INVESTIGADORES
APESTEGUIA Sebastian
congresos y reuniones científicas
Título:
Láminas complejas, pleurocelos e hipósfenos en aves y saurópodos de espinas simples.
Autor/es:
ZURRIAGUZ, VIRGINIA; LAURA MAGALLANES; SEBASTIÁN APESTEGUÍA; PABLO A. GALLINA
Lugar:
San Juan
Reunión:
Congreso; IV Congreso Latinoamericano de Paleontología de Vertebrados; 2011
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Juan
Resumen:
Luego de reconocer que las aves eran sobrevivientes del linaje de los dinosaurios, notables esfuerzos se han realizado en la comparación punto a punto de su anatomía. Así, se incluyó en estos estudios a los dinosaurios saurópodos, realizando comparaciones enfocadas fundamentalmente en los grupos con espinas neurales bífidas como los diplodócidos, y utilizando al grupo de la ratites como taxón viviente. Contrariamente, el estudio comparativo entre aves y saurópodos de espina simple no ha sido aún abordado. Un análisis preliminar de la osteología vertebral de Chauna torquata Oken, 1816, el chajá, permitió reconocer características morfológicas muy similares a las observadas en muchos saurópodos con este tipo de espina. Mientras que las vértebras cervicales mostraron grandes semejanzas con las de los saurópodos macronarios, las dorsales, permitieron además realizar comparaciones con ambos clados de neosaurópodos. En este sentido, se reconoció la presencia de conspicuas láminas espinales (i.e., prsl y posl) y diapofisales (i.e., spdl) como las presentes en vértebras dorsales de neosaurópodos y láminas zigapofisiales (e.g., cprl, cpol) como en las vértebras cervicales y dorsales de los diplodócidos. Asimismo, se han reconocido amplios espacios en el arco neural y en el centro vertebral, resultado de la invasión del sistema neumático como también fuera reconocido para los saurópodos (Wedel, 2003). Los primeros incluyen cavidades ubicadas por encima de las prezigapófisis conformando los amplios espacios de las fosas espinoprezigapofisiales y espinodiapofisiales (Wilson et al., 2011). Del mismo modo, se reconocen fosas espinopostzigapofisiales en las últimas vértebras dorsales y amplias fosas centrodiapofisiales en el aspecto lateral de las últimas vértebras cervicales. Los segundos, en el cuerpo de las vértebras cervicales y dorsales, forman pleurocelos ovoidales no acuminados, comparables morfológica y espacialmente a los de los diplodócidos. Además, se ha reconocido la presencia de articulaciones accesorias (hipósfeno-hipantro) en las últimas vértebras dorsales, en las cuales el hipósfeno presenta una morfología de tipo romboidal reducida muy similar a la observada en eusaurópodos basales y diplodócidos (Apesteguía, 2005). El reconocimiento de numerosas estructuras correlacionables entre un ave neognata basal herbívora, pesada, de hábitos terrestres, mala voladora y de cuello moderado como el chajá y los dinosaurios saurópodos resulta sumamente alentador para incrementar los estudios paleobiológicos del grupo.