Araucarias bajo Presión: El efecto de los Saurópodos

SEBASTIÁN APESTEGUÍA

Neuquén

Jornada; XIV Jornadas de Paleontología de Vertebrados; 1998

Univ Nac. Comahue

Las araucarias constituyen hoy en día un grupo relictual de coníferas que se diversificó exitosamente durante el Mesozoico. Entre sus rasgos más llamativos se encuentra la pérdida de las ramas inferiores a medida que crecen, confiriéndoles forma de parasol; este fenómeno es conocido como dehiscencia rameal y se halla presente en tres de las cuatro secciones en las que se divide el género Araucaria: Eutacta, Intermedia y Columbea, excepto Bunya, la más primitiva, cuyo follaje adulto suele iniciarse desde la base del tronco. Tradicionalmente se ha propuesto a la dehiscencia rameal como una respuesta a la búsqueda de mejores condiciones lumínicas. Sin embargo, la observación del desarrollo ontogenético de las araucarias permite sospechar la intervención de otros factores. El momento de máxima expresión numérica de las araucarias es coincidente con el de diversificación a nivel mundial de los grandes grupos de saurópodos. Estos dinosaurios fueron los megaherbívoros numéricamente dominantes del Jurásico del mundo y Cretácico de Gondwana. A lo largo del Mesozoico se produjo un notorio incremento del tamaño corporal de los saurópodos, manifestándose las formas de mayor gigantismo a fines del Jurásico y  mediados del Cretácico. Dado que la aparición en el registro fósil de las secciones de Araucaria se corresponde cronológicamente con esos dos momentos, es posible que el incremento del tamaño corporal de los  saurópodos afectara la morfología de las araucarias, ya que  el continuo roce de sus cuerpos al moverse dentro de un bosque de araucarias habría provocado un alto grado de stress mecánico a media y baja altura, desarrollando estas la dehiscencia rameal como un mecanismo de defensa pasivo. Una vez alcanzado este estado, el largo cuello de gran parte de estos saurópodos los habría capacitado para alcanzar el follaje sin causar presumiblemente un mayor daño en las plantas, así como, más allá de las capacidades de ramoneo a gran altura de muchos saurópodos, habrían podido moverse entre ellas con relativa soltura. Cabe preguntarse si los enormes tamaños alcanzados por estas plantas pudieran haber sido una respuesta de escape a la presión de consumo por parte de aquellos grandes animales. A partir de los datos mencionados parecería manifestarse la presencia de algún tipo de fenómeno de coevolución entre los dinosaurios saurópodos y las araucarias.