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Alteraciones neuroinmunoendócrinas en pacientes con miocarditis chagásica. Pérez AR, Silva Barbosa S, Berbert L, Lioi S, Ochoteco L, Petrucci J, Pellizzón O, Gastaldi L, Revelli S, Savino W, Bottasso O, Beloscar J. Introducción: Durante un proceso de origen infeccioso existe una activa comunicación entre los sistemas inmune y neuroendócrino. Si bien el papel de la respuesta inmune dentro de los componentes fisiopatogénicos de la Miocarditis Chagásica Crónica (MCC) se encuentra ampliamente aceptado, es poco lo que se conoce sobre el impacto que pueda tener sobre los circuitos neuroendócrinos, y de como ésto pueda influir en el desarrollo de la MCC. Objetivo: analizar el perfil endócrino de pacientes chagásicos con distinto grado de afectación cardíaca. Material y método: Se reclutaron individuos con serología positiva para Chagas,que fueron fueron clasificados como casos indeterminados (I; n=16), con cardiopatía leve (L; n=13) o severa (S; n=13) de acuerdo a la historia clínica, electrocardiograma y a la Rx de tórax, e individuos sanos de similar edad (Co; n=20). En todos los pacientes se evaluaron los niveles séricos de cortisol, dehidroepiandrosterona sulfato (DHEAs), somatotrofina (GH) y hormonas tiroideas y la citocina TNF-alfa por ELISA. Resultados: Los análisis mostraron alteraciones en el balance cortisol/DHEAs que se correlacionaron con la severidad del daño cardíaco (Spearman rank Test, p<0.02). Los niveles de GH se hallaron marcadamente disminuidos en los grupos I y L comparado con los Co (U de Mann-Whitney, p<0.01 en ambos casos). Asimismo, T3 se vió disminuida en el grupo S (p<0.05 vs Co). La citocina TNF-alfa, la cual es capaz de influir sobre el eje hipotálamo-pituitario, presentó niveles significativamente elevados en el grupo S (p<0.05 vs el resto), que no se correlacionaron con ninguna de las hormonas estudiadas. Conclusiones: Estos resultados muestran que la infección chagásica crónica impacta sobre los ejes endócrinos, observándose alteraciones más notables en el caso de los pacientes S. Asimismo, plantean la posibilidad de validar el aumento del balance cortisol/DHEAs como marcador biológico de la severidad de la MCC.

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