Sociología de las formas: Ambivalencia y Modernidad

SALVI , VALENTINA

Bogotá, Colombia

Otro; I Seminario Nacional “Simmel y la Modernidad; 2008

Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia

Indagar en la obra sociológica de Georg Simmel requiere una mirada capaz de percibir procesos microscópicos allí donde lo social se constituye como una unidad de infinitos hilos delgados. Esta microscopía busca examinar las acciones recíprocas que se tejen cada día y a cada hora, cuando los individuos se miran unos a otros, se escriben cartas, se envidian, comen juntos, guardan secretos, se atraen o rechazan, se alejan o se aproximan. Para estudiar los influjos mutuos y las interrelaciones que componen el día a día de lo social, la sociología de Simmel propone hacer foco en el hecho puro de la socialización, esto es, en las formas abstraídas de sus contenidos o motivaciones. El estudio de las formas de socialización es pues el objeto de una ciencia que se busca así fundar y, además, el particular recorte que permite distinguir los fenómenos sociales de los psicológicos, históricos o económicos.                A partir de un recorrido por los textos sociológicos de Simmel, mi interés es explicar cómo estas acciones recíprocas llegan a conformarse en unidades o entidades relacionales que se caracterizan por su dinamismo. Mi propuesta es pues indagar en el secreto que habita al interior de las formas de socialización como categorías sociológicas y ver cómo en su morfología se despliega un pensamiento relacional que busca evitar la cristalización de sus categorías sociológicas en contexto de moderno de creciente cosificación de las formas culturales. Y de este modo, reflexionar sobre la hipótesis de que las formas de socialización son un puro acontecer puesto que las fuerzas de influjo mutuo en ellas contenidas no encuentran un reposo superador ni se explican por un sustrato anterior. Que en las fuerzas centrífugas están inseparablemente mezcladas con las fuerzas centrípetas o que las energías positivas sean desquilibradas por las energías negativas -y viceversa-, permite que lo social asuma la forma ostensible de reciprocidad. Ahora bien, para llevar adelante esta tarea de indagación teórica, me propongo examinar en la morfología sui generis de formas de socialización tales como la soledad, la subordinación, la obediencia, la lucha, el secreto, la confianza, el adorno y el perfume, la moda, el extranjero y el pobre, a partir de las categorías sociológicas de dualidad, antagonismo y ambivalencia. De este modo, demostrar que las relaciones recíprocas son centrales para el pensamiento simmeliano puesto que son al mismo tiempo objeto de estudio y horizonte teórico a través del cual la sociología arriba a una comprensión de la vida social.