INSTITUTO "DR. E.RAVIGNANI"   24160
INSTITUTO DE HISTORIA ARGENTINA Y AMERICANA "DR. EMILIO RAVIGNANI"
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Quilmes: Una historia Social. I - Desde la reducción hasta la caída del rosismo. La historia vista desde los pobres.
Autor/es:
DANIEL SANTILLI
Editorial:
El Monje
Referencias:
Lugar: Quilmes; Año: 2012 p. 210
ISSN:
978-987-9068-13-7
Resumen:
Esta no es una historia del modo que la aprendimos en la primaria y la secundaria. No se va a encontrar en este trabajo la larga sucesión de hechos ligados entre sí por una sucesión cronológica. Esa historia ya está hecha y muy bien, no tiene sentido repetirla. Hay excelentes trabajos sobre Quilmes que cuentan la historia del partido con todos los pormenores necesarios para tener una idea acabada de la sucesión de hechos que llevaron a la conformación de los que hoy es Quilmes. Es más; mi trabajo sería imposible sin esos predecesores que nos contaron esa historia. Me apoyo continuamente en ellos para construir mi relato, mi interpretación. Por ello, porque sería inútil repetir, me propongo una tarea diferente. Mi propuesta es la de construir una historia social de Quilmes. ¿Qué es una historia social? Aquella que se construye a partir de los protagonistas simples de la historia, de los que hacen cotidianamente los sucesos, los que participan en los grandes procesos y también en los pequeños. Los que trabajan diariamente para mantenerse, para asegurar su supervivencia individual y la de su grupo, y que apuestan a su reproducción He aquí varios conceptos arrojados sin más y sin aviso previo. Con protagonistas simples hacemos referencia al común de los pueblos, a los que no tienen nombre, más allá de la cita en un padrón o en un archivo parroquial, o en el sumario de un proceso. Son los que construyen a los actores con mayúsculas, los que quedan en los libros y en los monumentos. Ellos participan en los sucesos y en los procesos, en los que dejan marcas y que van transformando la sociedad. Los procesos encadenan hechos, sucesos, pequeños acontecimientos que cobran importancia en el marco de tales desarrollos, que les dan contenidos, ya que de por sí solos nada explican. Es decir, en el fondo es el contexto el que explica los hechos mínimos. Es imposible entender la disolución de la reducción de los Quilmes, por ejemplo, sin insertarla en el largo transcurso de puesta en valor de las tierras, de su explotación, de su integración a la producción para el mercado y sin los sucesos políticos desatados por la revolución de Mayo. En definitiva, una historia de los pobres, de los sectores populares, de la plebe, en lenguaje de época, de los que no tienen voz, o es muy difícil escucharlos. Esto en contraposición a la historia que ya está hecha, la de los grandes actores, los que pronuncian discursos y dejan la huella y un monumento, más o menos merecido. Estos personajes que sintetizan aquello que sienten y piensan las multitudes, que traducen y ponen en palabras y en hechos esos razonamientos, muchas veces no conscientes. Esto no les quita mérito; pero San Martín no habría hecho el cruce de los Andes si no hubiera interpretado el sentir de ese pueblo. El discurso de estos hombres señeros prende en una sociedad que está ya predispuesta a escucharlo. De lo contrario es una vanguardia poco útil para el momento. Es la diferencia entre el abanderado, el que lleva el estandarte, que va a la cabeza de la movilización, y el loco de la bandera, el que se coloca tan adelante que se lo ve pasar sin entenderlo. Esta es la intención de estas páginas; tratar de contar cómo convivían, cómo se relacionaban, como se las arreglaban para sobrevivir, cómo se reproducían, cómo jugaban sus cartas en cada momento de su historia, qué estrategias aplicaban para no desaparecer en un tiempo tan difícil, tan cambiante, que les tocó vivir a estos primitivos pobladores del partido de Quilmes. El lector evaluará si la misión se cumplió o si se quedó en el intento.