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En los años que rodearon al Centenario de la Revolución de Mayo una serie de reacomodamientos políticos e institucionales contribuyeron a conformar un clima que anticipaba posibles reformulaciones en la manera en que la clase política interpretaba la participación de la Iglesia Católica en el espacio público y político. En un sentido esta potencial reformulación obedecía a los propios intentos de la jerarquía católica por estimular aquellas vinculaciones y preocupaciones comunes que la acercaban a la agenda de sectores de la elite política. Por otra parte, una variedad de grupos que simpatizaban con el libre pensamiento lanzarían diversas campañas contra el clericalismo (al que percibían en los tibios intentos de articulación política de los católicos durante el novecientos, en los obstáculos parlamentarios o en los sueltos de la prensa católica) y a pesar del reflujo secularizador en las instituciones estatales se congregarían en la Liga Nacional de Libre Pensamiento en 1906. Este trabajo busca explorar estas problemáticas a partir del estudio de una serie de protestas anticlericales en la provincia de Buenos Aires a lo largo de 1911 e indaga en torno a los mecanismos de movilización y de acción colectiva a la luz de los debates sobre el alcance del proceso de laicización del estado y sobre el resurgimiento de una cierta ?cuestión religiosa?. El trabajo se abre con un análisis detallado de los movimientos de protesta locales y de sus vinculaciones con ligas y organizaciones nacionales y se continúa con una segunda sección en la que se propone discutir las visiones encontradas entre los sectores ?ultraliberales? y católicos ante el encuadre institucional alcanzado con las leyes laicas de la década de 1880, en el contexto de las controversias en torno al carácter ?clerical? del gobierno de Roque Sáenz Peña.