Entre la salud mental, las bases biológicas y las simplificaciones: el caso de Trastorno del déficit de Atención (TDAH)

FOLGUERA, G.; LAVAGNINO, N. J.

Jornada; XXVIII Jornadas de Epistemología e Historia de la Ciencia; 2017

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se encuentra entre los trastornos psiquiátricos infantiles más prevalentes en la actualidad; de hecho, algunos estudios estiman que ha llegado a afectar al 12% del total de las personas entre 4 y 18 años del mundo. El TDAH no es abordado únicamente desde la práctica médica, sino que también presenta aportes de campos provenientes de las ciencias naturales, tal como el caso de la neurobiología, especialmente en la búsqueda de las bases biológicas de dicho trastorno. En el presente trabajo se analizarán, desde una aproximación filosófica, los discursos que se despliegan desde dichas investigaciones con el objetivo de reconocer y caracterizar cuáles son las principales teorías provenientes de la neurobiología en las que se enmarca el estudio del TDAH, qué entidades son propuestas como sustrato biológico de dicho trastorno; a la vez que se busca identificar algunos de los principales problemas y sesgos asociados a dichas propuestas. Para este análisis se reviraron críticamente artículos científicos que trataban sobre diversos aspectos del TDAH de revistas de neurobiología, biomedicina y áreas afines entre los años 2000 y 2016. También se recurrió a la lectura del DSM IV y V.En términos generales, hemos encontrado que la conceptualización del TDAH, aún desde el propio discurso dominante neurobiológico y desde una perspectiva meramente biologicista, está atravesada por al menos cuatro niveles de organización diferentes: genético-molecular, tisular, órgano y organísmico. Sin embargo, más allá de esta pluralidad, es sumamente importante reconocer que los cuatro niveles ocupan roles metodológicos, epistémicos y ontológicos diferentes. El nivel organísimico, pese a que tiene algún tipo de predominio por residir en él los fenómenos asociados al TDAH presentados en el DSM, ocupa solamente una consideración fenomenológica. Luego, es muy interesante reconocer cómo en prácticamente ningún caso aparecen como factor relevante las comunidades y las sociedades en las que dichas niñas y niños viven; es decir, el contexto social, tratándose de abordajes que consideran al individuo aislado del ámbito social. A su vez, son evidentemente los niveles inferiores de organización los que presentan las entidades fundamentales, en particular correspondientes al ámbito fisiológico y genético, es decir los niveles genético-molecular (genes y proteínas) y, en menor medida, tisular (partes del cerebro). Otro aspecto indagado en el presente trabajo se relacionó con problemas que presentan este tipo de investigaciones, aún para su propia lógica interna: la pérdida de consideración de la heterogeneidad analizada, la omisión de los niveles superiores y las simplificaciones notables del ámbito genético-molecular y de la relación genotipo-fenotipo. Todas se presentan como objeciones significativas que señalan que la búsqueda de bases biológicas del TDAH desde la neurobiología presenta más dificultades que éxitos y epistémicamente muestra grietas que no son saldadas.Además de este conjunto de omisiones y sesgos señalados como problemas epistémicos no saldados, entendemos que la principal consecuencia de este discurso respecto a las bases biológicas del TDAH tienen que ver con la disolución de un sujeto a un puñado de variables biológicas, correspondientes a los niveles inferiores de organización. Quedando de lado toda referencia a la historia particular de vida de cada niña y niño; es decir, a la propia subjetividad de las personas diagnosticadas con el trastorno. También se omiten aspectos socio-culturales en los que estas historias de vida se han desarrollado. Entonces, entendemos que dada la caracterización del discurso neurobiologíco en torno al TDAH, es esperable que estos esquemas de simplificación actúen por partida doble amplificándose y generando, como consecuencia principal, la disolución del sujeto, en este caso mayormente niñas y niños, en tanto personas.