Native reptiles as models of toxicological studies in protected and non-protected areas

SIROSKI, PABLO A.;; POLETTA, G.L;; ORTEGA H.; M.D. MUDRY,

BsAs

Congreso; SETAC Latin America 11th Biennial Meeting; 2015

El incremento sostenido de los cultivos en Argentina tuvo una explosión a inicios en la década del noventa, estimulado por el desarrollo de cultivos resistentes, los sistemas de siembra directa y los precios crecientes en el mercado internacional. Una de las consecuencias más graves de este proceso es la deforestación, la fragmentación del hábitat, el deterioro del suelo y el uso excesivo de los agroquímicos. Inevitablemente, un porcentaje importante de los plaguicidas aplicados no impacta sobre los organismos blanco, sino que se dispersa en el ambiente (agua, suelo y aire); las especies de flora y fauna nativas no están exentas a estas adversidades y son varias las formas en que pueden quedar expuestos a esos agroquímicos. La mayoría de los reptiles presentan excelentes características para ser consideradas modelos de evaluación a contaminantes. Entre las más importantes podemos mencionar la longevidad, la presencia en una importante diversidad de hábitats, distribución geográfica extensa, entre otras. Tales características plantean la posibilidad de utilizar estos organismos como centinelas de contaminación ambiental. El yacaré overo (Caiman latirostris) es una de las dos especies de crocodilianos que habitan en la República Argentina, distribuyéndose en un área considerablemente amplia del centro-norte del país. Del mismo modo, la iguana overa (Salvator merianae) posee un área de distribución importante en nuestro país. La existencia de ambas especies está indefectiblemente asociada tanto al agua como a la tierra. Esto es considerado una gran ventaja porque permite hacer una evaluación más integral de la exposición a contaminantes de uso agrícola, entre otros. En la actualidad, el Buenos Aires 2015 SETAC Latin America 11th Biennial Meeting Abstract Book 31 avance sostenido del sistema productivo ha puesto en evidencia que, a este ritmo, la conservación de las especies quedará reducida a las áreas protegidas. La permanente evaluación del impacto sobre las especies silvestres tiene que servir de fundamento para la elaboración de políticas ambientales.