PATRONES DIARIOS DE MOVIMIENTO DE DOS AVES PARÁSITAS DE CRÍA (Molothrus bonariensis y M. rufoaxillaris) DURANTE LA TEMPORADA REPRODUCTIVA

ROMINA SCARDAMAGLIA; JUAN CARLOS REBOREDA

Luján

Congreso; XXV Reunión Argentina de Ecología; 2012

Asociación Argentina de Ecología (ASAE)

Las hembras de tordos parásitos (género Molothrus) ponen sus huevos en nidos de otras especies (hospedadores) que proveen el cuidado parental. El parasitismo ocurre al amanecer y el resto de la mañana es utilizada para la búsqueda de nidos a ser parasitados los días siguientes. En M. bonariensis las hembras buscan nidos solas mientras que en M. rufoaxillaris lo hacen en forma conjunta con los machos. Se estudió el uso diario del espacio por hembras y machos de ambas especies durante las temporadas reproductivas de 2010 y 2011 en Magdalena, Provincia de Buenos Aires. Se colocaron radiotransmisores (1.2 g) a 13 hembras y 8 machos de M. bonariensis y 8 hembras y 6 machos de M. rufoaxillaris. Los individuos se monitorearon en forma continua desde el amanecer hasta el anochecer durante 4-7 días consecutivos. En M. bonariensis el tamaño del área de actividad diaria fue de 25,4 ± 7,6 ha (media ± ES) en las hembras y 48,8 ± 12,7 ha en los machos. El área utilizada durante un día tuvo una superposición del 59,0 ± 5,5% (media ± ES) con la utilizada en los días previos (evidencia de áreas de actividad constantes) pero las áreas de actividad de varias hembras se superpusieron entre sí (evidencia de ausencia de territorios). Mediante microcámaras se registraron 15 eventos de parasitismo en nidos de Calandria Grande (Mimus saturninus) que involucraron a cinco de las hembras monitoreadas (evidencia de que estaban desarrollando su comportamiento parasitario normalmente). En M. rufoaxillaris el tamaño del área de actividad diaria fue de 26,3 ± 4,8 ha para las hembras y  43,0 ± 21,4 ha para los  machos. El área de actividad tuvo una superposición del 47,3 ± 7,3% con la utilizada en días previos. Los machos y hembras de M. rufoaxillaris que fueron capturados juntos permanecieron asociados espacialmente en la mayoría de los registros (evidencia de monogamia social y búsqueda conjunta de nidos). En ambas especies machos y hembras compartieron dormideros, los que mantuvieron a lo largo de la temporada reproductiva.