Respuestas ecofisiológicas a desafíos de temperatura en cucarachas de la familia Blaberidae

CRESPO, J.E.; CASTELO, M.K.; LOVRICH, AGUSTÍN

La Plata

Congreso; XI Congreso Argentino y XII Congreso Latinoamericano de Entomología; 2022

UNLP, MLP, CEPAVE, CICPBA, SEA

La estimación de los límites de la tolerancia térmica permite hipotetizar el rango de distribución geográfica potencial de una especie. La construcción de paisajes de tolerancia térmica hace posible visualizar los efectos de la intensidad de temperatura y la duración de exposición sobre la supervivencia de los individuos. Se estudiaron aspectos de la tolerancia térmica en dos especies de cucarachas de la familia Blaberidae: Gromphadorhina portentosa y Blaptica dubia. Por un lado, G. portentosa habita en Madagascar que posee un ambiente con baja amplitud térmica. Por otro lado, B. dubia se encuentra en Argentina, Paraguay y Uruguay en ambientes con amplitud térmica moderada. Mediante un dispositivo ad-hoc que permite estimar la temperatura crítica máxima (CTmax) y el coeficiente de sensibilidad térmica (Z) se construyeron paisajes de tolerancia térmica. Individuos del primer estadio ninfal fueron expuestos a condiciones de estrés térmico estático (42, 44 y 46°C) y dinámico (tasas de incremento de 0,12, 0,25 y 0,50°C/min). En cada ensayo se registró el tiempo hasta la pérdida de control motor y posterior knock-down, y luego la supervivencia a las 24 horas. Se encontró que ambas especies tienen una Z y CTmax similar. Sin embargo, la supervivencia varió según el régimen de exposición a la temperatura. La supervivencia registrada para G. portentosa en ensayos de exposición estática fue de ≈50% para las temperaturas 42 y 44ºC, y de 89% para 46ºC. Para B. dubia, la supervivencia fue similar en las tres temperaturas ensayadas (≈72%). Para la exposición dinámica, se encontró una supervivencia de ≈65% para G. portentosa y de 67% para B. dubia para 0,12°C/min, mientras que para 0,25 y 0,50°C/min la supervivencia fue superior al 80%. Los resultados indican que G. portentosa sería más sensible a exposiciones constantes de temperatura alta mientras que B. dubia sería más sensible a tasas bajas de incremento de temperatura. Estas diferencias en la supervivencia podrían estar evidenciando la adaptación de cada especie a la amplitud térmica en los ambientes que habitan y su actual rango geográfico latitudinal.