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Los estudios sobre la dinámica de gases de efecto invernadero (GEI) en sistemas acuáticos continentales cobraron mayor importancia en los últimos años dado que se ha demostrado su relevancia en los balances de carbono a nivel global. A partir de dos proyectos de cooperación internacional (Canadá y China), estudiamos la dinámica de GEI en diferentes ambientes acuáticos de Argentina. Analizamos lagunas pampeanas con distinto régimen (claras vegetadas y turbias orgánicas), evaluando el comportamiento estacional de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4). Las presiones parciales medias anuales de CO2 fueron similares entre lagunas claras (650,3 ± 604,4 ppmv) y turbias (663,6 ± 325,4 ppmv), pero el CH4 promedio anual fue mayor en las claras (1164,1 ± 1384,4 ppmv) que en las turbias (358,9 ± 390,4 ppmv). También analizamos la dinámica estacional de GEI en un humedal con zonas de aguas abiertas y zonas cubiertas con macrófitas sumergidas, flotantes y emergentes; la presión parcial de CO2 y CH4 estuvo siempre sobresaturada respecto a la atmósfera, aumentando considerablemente los valores bajo las plantas flotantes, que actúan como barrera impidiendo el intercambio gaseoso con la atmósfera, posibilitando la liberación de grandes cantidades de GEI al removerse. Además, estudiamos la dinámica de GEI en el sistema de embalses en cascada del río Limay. En los embalses la presión parcial del CH4 estuvo sobresaturada respecto a la atmósfera (medias: Alicura 42,7± 35,6; P. del Águila 46,5 ± 18,7; Ramos Mexía 18.1 ± 3.1 ppmv), mientras que para el CO2 la presión parcial fue menor a la atmosférica (medias: Alicura 486 ± 61,9; P. del Águila 436,7 ± 164,6; Ramos Mexía 337,2 ± 75,2 ppmv), sugiriendo que los embalses estarían emitiendo CH4 y captando CO2; por ser antiguos y haberse construído en un paisaje con poca materia orgánica, se encontrarían casi en equilibrio con la atmósfera.