INVESTIGADORES
ELISSAMBURU Andrea
congresos y reuniones científicas
Título:
Interpretación funcional de la estructura tarsal en Proteroteriidae y Macraucheniidae (Litopterna, Lopholipterna).
Autor/es:
ELISSAMBURU, A
Lugar:
Plaza Huincul, Neuquén
Reunión:
Jornada; XXI Jornadas Argentinas de Paleontología de Vertebrados.; 2005
Institución organizadora:
Museo
Resumen:
Interpretación funcional de la estructura
tarsal en Proteroteriidae y Macraucheniidae (Litopterna, Lopholipterna)
ELISSAMBURU,
Andrea
Facultad
de Ciencias Naturales y Museo, 64 Nº 3 e/119y120. elissamburu@hotmail.com
Las familias Proteroteriidae y Macraucheniidae
incluyen las formas más representativas del Orden Litopterna (suborden
Lopholipterna), con registros que se extienden desde el Mustersense al
Lujanense. El tarso responde al patrón litopternoide, pero existen diferencias
morfológicas carctaerísticas que responderían a diferente organización
funcional entre los elementos tarsales de ambos grupos. Los proterotéridos
presentan monodactilia funcional y se consideran postcranealmente convergentes
con los équidos; los macrauquénidos tienen una estructura funcional tridáctila
y no poseen una clara convergencia con representantes vivientes. La estructura
del tarso se interpreta biomecánicamente considerando la configuración del
astrágalo y calcáneo en relación con la distribución de fuerzas, la restricción
de movimientos y la postura del autopodio. En los proterotéridos la fuerza
soportada por la extremidad se posiciona principalmente sobre el eje del
astrágalo, que adquiere la mayor importancia para direccionar la fuerza sobre
el autopodio al plano sagital; a diferencia de lo observado en ungulados
vivientes, la articulación fibula-calcáneo incrementa la estabilidad del
tobillo. En los macrauquénidos tanto el astrágalo como el
calcáneo tienen relevancia para soportar el peso de la extremidad, con importantes
superficies articulares para la tibia y fíbula y con las articulaciones entre
el astrágalo y el calcáneo extendidas transversalmente y ubicadas sobre el
plano horizontal; esta organización tarsal permite dirigir la fuerza del cuerpo
transversalmente sobre la porción distal del autopodio, reflejando la
importancia funcional de los dígitos en la dirección del paso. Por otro lado,
la disposición del autopodio es más flexionada en comparación con
proterotéridos, asociado a una postura digitígrada.