La “vía asociativa” en la constitución de nuevas organizaciones rurales en la Argentina. Características y límites.

GUILLERMO NEIMAN; MATÍAS BERGER

Porto Alegre, del 20 al 23 de Noviembre de 2007

Workshop; Workshop Internacional: POLÍTICAS PÚBLICAS E DESENVOLVIMENTO RURAL NO CONE SUL; 2007

Univerisdad Federal de Río Grande do Sul

En términos generales, esta ponencia trata sobre las características de un conjunto de organizaciones del medio rural en la Argentina, su vinculación con el contexto - económico, político y social que se inicia en los años ´80 y se consolida durante los años ´90 – en el cual se gestaron y que en buena medida se continúa hasta la actualidad y su potencialidad y limitaciones en cuánto a convertirse en actores relevantes de procesos de desarrollo rural en la Argentina. Por características de estas organizaciones nos referimos a sus objetivos, la forma organizativa que se dieron, incluyendo el tipo de acciones que desarrollan hacia fuera y su lógica interna, así como por el alcance geográfico y propositivo que ellas asumen. Los casos considerados - FeCoRSur, FeCoAgro, y Cooperativa de Cusi-Cusi localizadas en las provincias de Río Negro, San Juan y Jujuy respectivamente, correspondientes a distintas regiones extrapampeanas de la Argentina - no se han iniciado a partir del tipo de conflictos que han estado típicamente en el origen de las organizaciones agrarias (acceso o distribución de la tierra, precios, alineamientos políticos, por ejemplo). Más bien, en el origen de esas organizaciones resultó particularmente relevante y han extendido su influencia hasta la actualidad, (i) un impulso inicial orientado a la resistencia o supervivencia de su base social, (ii) que adopta entre sus primeras acciones la de promover salidas asociativas cercanas a las propuestas de la “economía social” y (iii), por último, que es gestionado fuertemente por agentes externos cumpliendo una función eminentemente técnica o de gestión, ya sea provenientes o no del sector público. Su “vocación local” es otra de las constantes que es propia de estas organizaciones no sólo porque definen sus objetivos y construyen su base social (de cierta diversidad, además) a partir de relaciones y contactos de ese orden, sino porque su posterior crecimiento también se ha expresado a partir de la agregación de experiencias locales semejantes sin que necesariamente se consolide una instancia superior de organización que incorpore demandas más generales. Se considera que el “clima de ideas” presente en la época de su gestación, destinado a promover una cierta institucionalidad local y de escala reducida, junto con el ya mencionado papel del asesor externo, además de una decisión muchas veces expresa por parte de los integrantes de las mismas de clausurar cualquier posibilidad de integrarse a fuerzas políticas regionales o nacionales (en buena medida por el descreimiento generalizado sobre las capacidades y objetivos de las mismas), contribuyen a explicar esa trayectoria. Las tres organizaciones analizadas se caracterizan por promover la integración de sus producciones al mercado, por parte de pequeños productores y otros sujetos sociales en situación de vulnerabilidad, a través de ‘emprendimientos productivos’ de carácter asociativo de tipo cooperativo, en ámbitos locales que abarcan zonas específicas en una provincia y con la asistencia y apoyo de asesores técnicos que incluso pueden comenzar a ejercer su función a título personal pero que generalmente lo hacen a través de organismos técnicos de alcance provincial o nacional. En la ponencia se analiza el modo en que estas organizaciones despliegan su accionar aprovechando oportunidades abiertas en el contexto, pero por otro lado se da cuenta de las limitaciones de sus prácticas.Si bien las trayectorias de las organizaciones presentan signos de una evolución económica positiva – como el mejoramiento de la producción y el acceso a canales de comercialización con mejores precios – su capacidad para incidir en procesos de desarrollo rural que excedan los límites de su radio de acción es particularmente restringida. Por un lado, su aparente “despolitización” no implica que esté exenta de conflictos internos a la propia organización o de nivel local y, por otro, la primacía de una lógica económica puede actuar limitando la ampliación de su base social.