IDACOR   23984
INSTITUTO DE ANTROPOLOGIA DE CORDOBA
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Una arqueología entre todos. Perspectivas y casos de estudio en el centro y noroeste de Argentina
Autor/es:
DANTAS, MARIANA; FIGUEROA, GERMÁN G.
Editorial:
CONICET - Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
Referencias:
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2019 p. 128
ISSN:
978-950-692-170-5
Resumen:
Desde sus inicios la arqueología argentina se arrogó el derecho de ser la única disciplina que poseía los fundamentos teóricos y metodológicos adecuados para explorar el pasado remoto de los pueblos originarios. De este modo, las instituciones académicas gubernamentales y, en especial, la figura del arqueólogo/a ocuparon un papel hegemónico dentro de un contexto que recién en los últimos años se comenzó a revertir. Este cambio, sobrevino, fundamentalmente, a partir de nuevos posicionamientos surgidos dentro de la propia comunidad arqueológica, así también como respuesta a los numerosos reclamos realizados por los pobladores locales, en los diferentes espacios donde se llevaban a cabo las investigaciones.Así, surgió la idea de compilar este libro, fundamentalmente, ante la necesidad de contar acerca de los trabajos que se vienen desarrollando en diferentes puntos del país por diferentes equipos de arqueólogos, los que no siempre se inician y finalizan en torno al análisis detallado de los objetos y los contextos a ellos asociados. Precisamente, en estos equipos existe una línea de trabajo que se encuentra abocada en brindar una mayor participación a la comunidad local en los trabajos investigativos. Estas labores pretenden diferenciase sustancialmente de lo sucedido en distintos periodos de la historia de nuestra disciplina, donde la presencia de otros actores fuera de la academia tenían un rol totalmente periférico. No es casualidad que Walsh (2007) hable que en América Latina las Ciencias Sociales han sido parte de tendencias liberales, imperialistas y globalizantes. Además, asegura que estas tendencias supieron suplir los saberes locales, posicionando como saber único y válido el científico o académico. La investigadora se interroga sobre si es posible lograr unas ciencias sociales que no reproduzcan eurocentrismos y colonialismo. Por colonialidad, Walsh (2007) entiende a un mecanismo que articula los patrones de poder desde la raza, el ser, la naturaleza y el saber, según la necesidad coyuntural del capital en beneficio de las elites americanas o europeas. Asimismo, dentro de la colonialidad hay cuatro esferas que, actuando de modo articulado, preservan la diferencia o jerarquización colonial. La primera de ellas es la colonialidad del poder, que se basa en una marcada estratificación social donde el europeo o el blanco se hallan por encima del pueblo originario o el afro. La colonialidad del ser, refiere a un grupo humano que se impone sobre otros y ejercen control y persecución sobre ellos. En tercer lugar, Walsh (2007) hace alusión a la colonialidad de la naturaleza, donde prima una concepción que enfatiza la división binaria cartesiana, entre la naturaleza y la sociedad. Bajo esta concepción los saberes locales son considerados como mitos, leyendas, etc. carentes de rigurosidad y racionalidad y, por lo tanto, deben ser dejados de lado en un proceso de investigación científica. Finalmente, afirma que en la colonialidad del saber, se descarta toda producción intelectual afro o indígena y sólo reconoce la perspectiva eurocéntrica.Si bien, podemos acordar o disentir con diversos puntos aquí tratados, lo cual merecería un espacio más amplio de discusión, lo cierto es que se plantean numerosas verdades, por ejemplo, que la llamada colonialidad de la naturaleza y del saber formó y aún hoy forma parte de nuestra disciplina arqueológica, más allá de cuantiosos intentos de inclusión, muchos de los cuales quedaron anclados en una mera retórica. Curtoni (2009) siguiendo este mismo hilo argumental, pero desde una perspectiva más arqueológica, plantea, entre otras cosas, descentralizar el papel del arqueólogo como única vía de construcción de conocimiento y, fundamentalmente, aceptar nuevas voces y visiones extra-científicas a la hora de construir conocimiento. Es decir, el eje central de este planteo consiste en encontrarse abiertos a construcciones conjuntas con los saberes locales, donde los diferentes actores en juego puedan participar en un mismo plano de equidad y horizontalidad. Bajo este enfoque se forjó y luego se cristalizó la edición de este libro, que consta de seis capítulos que reflejan el trabajo conjunto entre comunidad y arqueólogos, en las actuales provincias argentinas de Córdoba, Santiago del Estero y Catamarca.