IDACOR   23984
INSTITUTO DE ANTROPOLOGIA DE CORDOBA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Vivencias en y desde un sachamundo indisciplinado
Autor/es:
GUILLERMO GARDENAL; ALEJANDRO F. HABER
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XX Congreso Nacional de Arqueología Argentina; 2019
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
Sacha, substantivo quichua que se traduce como monte, bosque, selva, lugar poblado de vegetación y, como adjetivo: silvestre, del monte, montaraz, salvaje. Es un concepto vivo en toda tierra quechuahablante, desde el Ecuador hasta el sur argentino y en las diásporas y migrantes americanos en otras tierras. En Santiago del Estero, provincia del centro norte de Argentina donde sachaetnografiamos, se llama sacha al monte y a lo propio del monte; asimismo, se usa como salvaje, por hacer referencia a algo que no está amansado, domesticado, controlado o educado. También se utiliza como prefijo que significa casi, haciendo referencia a algo o alguien que casi es o algo que no llega a ser, que no es puro. Este sentido peyorativo del concepto puede rastrearse en áreas y epistemes más bien urbanas, colonizadas y disciplinadas, utilizándose en referencia a alguien o algo que es salvaje, sachero, de adentro adentro; por ejemplo: ese canta muy sachero (canta como bien del monte), o para denunciar a alguien o algo que quiere pero que no llega a ser, por ejemplo esas zapatillas son sacha-adidas (zapatillas que imitan esta marca). Sacha es el monte por oposición al campo cultivado, aún más opuesto a la ciudad. Pero este uso de sacha no es simplemente una oposición, sino ante todo una huella deíctica de las relaciones coloniales en cuyo marco se enuncia aquello que está destinado a la extinción, pues pertenece al pasado que la enunciación preteriza. En ese sentido, sacha es también lo falso, lo que no llega a ser. Desde las miradas blancas que nos habitan, sacha es lo indio, lo inculto, lo imperfecto, lo peligroso, lo indeseado. Mas si hay una mirada urbana, occidental, hegemónica del sacha es porque ha de haber otra mirada, acaso una sachamirada del sacha. Pues pareciera que no se trata simplemente de dos espacios dimensionales, sino de dos espacios epistémicos. Y, lo que describe una primera lectura del sacha es el sacha según el conocimiento blanco. Pero si llegamos a localizar una primera versión del sacha fuera de este, es porque habría alguna visión del sacha desde dentro. Si así fuera, ¿cómo es la sachamirada del sacha? Buscamos aquí explorar lo metasacha. El sachaconocimiento, no meramente el conocimiento del sacha, no como dato etnográfico cultural del otro, sino como conocimiento. Es decir, no simplemente describir al otro, sino la otra mirada del mundo. Una mirada que no está en la distancia geográfica, sino en la distancia epistémica. Desde allí la importancia de recorrer una distancia epistémica a lo largo de nuestros caminos investigativos. Distancias que en su recorrido socavarían sentipensares más profundos.