INVESTIGADORES
TOMMASINI Fabian Carlos
congresos y reuniones científicas
Título:
Exploración, motricidad y ceguera en la infancia temprana: un estudio longitudinal
Autor/es:
HÜG, M. X.; RIGO, M.M.; GAMBINO, R.; MARÍN, P.; GUTIÉRREZ, A.; SILVA, N.; TOMMASINI, F. C.; ARIAS, C.
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; II Congreso Internacional de Psicología y V Congreso Nacional de Psicología "Ciencia y Profesión": Desafíos para la Construcción de una Psicología Regional; 2016
Institución organizadora:
Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
Introducción: En etapas tempranas, la movilidad independiente amplía las posibilidades de interacción y el interés del niño por la exploración de nuevos entornos, lo que promueve importantes cambios en su desarrollo. Aunque este logro constituye uno de los aspectos más afectados por la discapacidad visual, la investigación en este campo de conocimiento es escasa y revela la existencia de marcadas diferencias individuales. Respecto a niños con visión normal, se señala que en los niños ciegos la adquisición de la marcha autónoma y otras habilidades motrices se produce con retraso. Algunos autores señalan, además, que estos niños no suelen manifestar interés por explorar el entorno. Sin embargo, otros estudios ponen en cuestión estos resultados, mostrando que el desempeño de niños ciegos en algunas tareas motoras, de exploración háptica o audición espacial, es similar y en algunas ocasiones superior, al de los niños con visión normal (Hüg & Arias, 2014). Dos perspectivas han influido las conceptualizaciones sobre la adquisición de habilidades espaciales en personas ciegas: a) la perspectiva de la ineficiencia, según la cual las personas ciegas desarrollan un conocimiento del espacio funcionalmente inferior al de las personas con visión normal, debido a que la visión provee información espacial que no puede ser ?reemplazada? por la de otros sentidos; b) la perspectiva de la diferencia, según la cual las personas ciegas construyen un conocimiento del espacio que es funcionalmente equivalente al de las personas con visión normal, aunque lo hacen por vías y mecanismos diferentes (Fletcher, 1980). La mayor parte de las investigaciones con niños ciegos, responde a la primera perspectiva y alude precisamente a la ausencia de visión como factor que limita severamente el desarrollo de estos niños. De manera incipiente, la investigación desde la perspectiva de la diferencia está siendo abonada por abordajes corporizados que enfatizan el papel esencial del movimiento en la percepción multimodal y la cognición.Desde la teoría de los sistemas dinámicos (Thelen & Smith, 1998), se postula que la conducta del niño se organiza en sistemas insertos en un contexto y se explica por la interrelación de factores múltiples y heterogéneos, pertenecientes tanto al propio organismo como al ambiente en el que vive. Para explicar la adquisición de cualquier destreza motora en particular, la teoría predice un período inicial en el cual la conducta es muy variable e incierta, seguido de un período en la que se vuelve estable gracias al mejoramiento logrado mediante la práctica. Cuando se introduce un nuevo desafío, por ejemplo si un niño que recién comienza a gatear se encuentra por primera vez con una escalera, la estabilidad del sistema se pierde y esto lleva al niño a explorar diferentes posibilidades para el desarrollo de nuevos patrones motores, que a su vez lo habilitan para explorar el ambiente de una manera innovadora y más eficaz. En este proceso, el desarrollo se ve impulsado por la propia actividad exploratoria, la maduración del sistema nervioso central, las características del ambiente en el que se encuentra el niño, la dificultad de la tarea a resolver y el estímulo que brinde la familia. Se entiende que  el desarrollo es un proceso complejo, dinámico, no lineal y altamente dependiente del contexto, por lo que existen múltiples trayectorias evolutivas. Se invita a considerar natural variabilidad presente en la conducta infantil como un dato clave en el dinamismo del sistema y no como una variable a controlar o ?un ruido? en el diseño del estudio. Desde este enfoque, las diferencias individuales son importantes debido a que la resolución de los nuevos desafíos se realiza de manera única y en función de la historia previa del niño. Los ambientes cotidianos presentan situaciones imprevistas a cada momento y, especialmente para los niños ciegos, los recorridos habituales incluyen con frecuencia obstáculos como sillas y otros objetos que se encuentran en el camino.  Por este motivo, aún los movimientos más repetitivos, como pueden ser el gateo o el caminar, deben ser continuamente modificados para ajustarse a las demandas de la situación. La teoría ecológica propuesta por Gibson, postula que percibir implica extraer información significativa del ambiente para guiar las acciones del individuo en un medio dinámico y cambiante (Gibson, 1988). En relación a la locomoción, se considera que esta actividad motora forma parte de un ciclo continuo de percepción-acción, en el cual los movimientos exploratorios que se realizan en determinado momento proporcionan información sensoriomotora para decidir qué hacer inmediatamente después (Lee, 1993). En este proceso, los movimientos exploratorios tienen un rol central en la generación de información sensorial relevante contingente con la conducta motora en curso. Esta retroalimentación permitiría que los movimientos locomotores sean controlados de forma prospectiva, es decir, anticipatoria, en vez de reactiva, o sea como respuesta posterior a una perturbación inesperada (Adolph, 1995). En el caso del niño ciego, el uso de sonidos para la orientación y movilidad cotidianas es de fundamental importancia: la audición permite obtener información a distancia sobre eventos relevantes del  entorno, como por ejemplo la posición y acciones que realizan otras personas. No se han encontrado antecedentes que indaguen cómo se integran, en ausencia de visión, los movimientos de exploración en la actividad de locomoción en curso.Objetivo: En la presente ponencia se presentan avances preliminares de un estudio longitudinal de caso único de un niño ciego de 9 a 16 meses de edad. Un observador realizó filmaciones de actividades espontáneas cotidianas en su hogar mientras la madre continuaba con su rutina habitual. Se analizan las características de las conductas espontáneas de exploración y marcha con ayuda, realizadas en situaciones de interacción con familiares. Metodología: Participó un niño ciego (con nacimiento a término, sin patologías asociadas y con audición normal) desde los 9,5 meses y hasta los 20 meses de edad. Un observador realizó con una frecuencia quincenal, filmaciones de actividades espontáneas cotidianas en su hogar durante aproximadamente 45 minutos. Se utilizó un programa informático de codificación de video para identificar episodios de exploración del entorno y locomoción de sesiones videograbadas.Resultados y discusión: Los resultados mostraron que tipo de conductas exploratorias espontáneas del niño dependen varían según las propiedades del objeto y de la postura en la que se encuentra en ese momento. A edades tempranas, la exploración se dirige la mayor parte del tiempo al propio cuerpo (balbucea, se toma los pies) En cambio a los 15,5 meses, se dirige mayormente hacia el entorno. El tiempo en que permanece en cada postura (por ejemplo, sentado sin apoyo) y la frecuencia de los cambios posturales (por ej., pasar de la posición sentado con apoyo a sentado sin apoyo), difieren según la edad y el contexto en el que se encuentra el niño (por ej. cochecito, corralito o suelo). La madre participa activamente en los episodios de exploración: selecciona y acerca objetos, muestra sus affordances sonoras (los sacude, los golpetea, genera sonidos haciéndolos  rodar) y utiliza un lenguaje contingente a su presentación ( ej. ?querés el papel??). El análisis preliminar de los resultados evidencia el carácter situado, complejo y emergente de las conductas de exploración y locomoción del niño ciego. Se enfatiza la importancia de considerar diversos factores vinculados al entorno, la tarea y el propio niño.