IGEBA   23946
INSTITUTO DE GEOCIENCIAS BASICAS, APLICADAS Y AMBIENTALES DE BUENOS AIRES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Evolución del paisaje de la Pampa Seca en los siglos XIX-XXI a partir de un enfoque interdisciplinario (información arqueológica-histórica y sensores remotos)
Autor/es:
CICCIOLI, P.L.; TRIPALDI, A.; TAPIA, A.H.; LANDA, C.
Lugar:
Puerto Madryn
Reunión:
Congreso; XIV Reunión Argentina de Sedimentologia; 2014
Resumen:
La región pampeana, uno de los paisajes más prototípicos de la Argentina, constituye una extensa llanura, con elevaciones menores de forma localizada y atravesada por ríos de variada jerarquía (Fig.1a). En particular, el sector centro-occidental (provincias de La Pampa y sur de San Luis y Córdoba), conocida como Pampa seca, está caracterizado por condiciones climáticas subhúmedas a semiáridas (800 a 300 mm de precipitaciones anuales), una red fluvial pobremente integrada y una vasta cubierta de arenas eólicas, que constituyen campos de dunas y mantos eólicos (Fig.1a, Zárate y Tripaldi, 2012). A las condiciones naturales del paisaje se le debe sumar el factor antrópico, el cual, a su vez condicionado tanto por el entorno como por el desarrollo histórico, ejerció una importante influencia en la evolución más reciente del paisaje. En este trabajo se plantea el estudio de la evolución del paisaje del sector noroccidental de la provincia de La Pampa, durante los últimos aproximadamente 200 años, desde una perspectiva geológica-geomorfológica y arqueológica-histórica. El objetivo principal consiste en detectar modificaciones en el paisaje ocurridas en el marco de los periodos de sequía registrados en la Pampa seca durante los últimos dos siglos. Tal objetivo se pretende alcanzar mediante el análisis de la diversa información obtenida del paisaje de diferentes tipos de fuentes: mensuras catastrales realizadas a fines del siglo XIX y otros registros históricos como fotografías y relatos escritos. Además, la información obtenida se complementará con el análisis de fotografías aéreas (de mediados del siglo XX), imágenes satelitales (de principios del siglo XXI) y observaciones de campo.             Al respecto, se presentan los resultados preliminares de una de las áreas elegidas, región de Toay, ubicada 30 km al oeste de Santa Rosa, La Pampa (Fig. 1a). Este sector forma parte de la unidad eólica Campos de dunas y mantos de arenas de las Pampas Occidentales (WPMD, según la propuesta de Zárate y Tripaldi, 2012). Allí aparecen actualmente campos de dunas eólicas (médanos), de tipo barjanoide y de entre 2 y 5 m de altura, mayormente estabilizados por una cobertura vegetal. Estos campos de dunas gradan a mantos de arenas eólicas con una progresiva disminución del espesor de los mismos hasta formar una cubierta de pocos centímetros. Estos materiales arenosos conforman el substrato sobre el que se formaron los suelos actuales. Un paisaje semejante, de médanos cubiertos por extensos montes aparece en los mapas catastrales realizados por topógrafos, entre 1881-1885 AD, enviados a La Pampa por el gobierno nacional (DGT-AM, Fig. 1b). En la descripción de los mismos también se hace mención a dichas geoformas, por ejemplo, la sección II, lote 19 y 20 (DGT-AM, 1881) hace referencia a los ?montes de Toay? donde se describe el área como: ??Este lote es hermoso, tiene preciosos bosques, buenos pastos y aguadas abundantes?? (pág. 97) (Fig. 1b). Esta región formó parte de las Tolderías de Nahuel Payún del pueblo Ranquel durante el siglo XIX (Fernández, 1998; Tapia, 2005). Las observaciones de los topógrafos permiten interpretar que en ese momento, a fines del siglo XIX, los campos de dunas eólicas (médanos) se encontraban mayormente inactivos, en contraste con relatos y documentos de la década de 1930, que refieren una gran movilización de médanos y acumulación de arenas durante la importante sequía de dicha época. En este sentido, un reporte realizado por Guiñazú (1939) indica varios años con precipitaciones menores a las ?normales? y extensas superficies, previamente cultivadas, cubiertas por mantos de arena sin vegetación. Además Guiñazú (1939) describe la presencia de ?médanos vivos?, correspondientes a dunas eólicas en actividad. Tales condiciones son observadas también en el registro fotográfico de la época (Fototeca Bernardo Graff) donde puede observarse el paisaje eólico en los alrededores de Toay, dominado por dunas activas, con crestas abruptas y tapizadas por óndulas eólicas, campos sin prácticamente cobertura de vegetación salvo algunos pocos pastizales y árboles, así como alambrados de campos y casas cubiertos por arenas eólicas. Todos estos rasgos indican sistemas activos con alta movilización y acumulación de arenas eólicas. Este paisaje eólico se corresponde con condiciones climáticas de mayor aridez que en el presente, tal cual fueron registradas en la Estación Meteorológica de Santa Rosa, donde los datos de precipitaciones anuales indican una brusca caída de las mismas, en particular en 1937, año más seco de esa década, cuando la reducción fue del 57% con respecto al promedio de todo el registro de dicha estación. Estas condiciones de sequía durante la década de 1930, analizadas por Scian y Donnari (1997), Viglizzo y Frank (2006) y Tripaldi et al. (2013), habrían determinado, junto con una fuerte presión antrópica sobre el paisaje, la reactivación de la cubierta eólica. Al analizar las fotografías aéreas de 1961 (Fig. 1c) puede observarse todavía un paisaje disturbado por la acción eólica ocurrida durante la década de 1930, con numerosos parches de dunas eólicas expuestas (Fig. 1c). Actualmente estas zonas constituyen campos de dunas inactivas, cubiertas por vegetación, según observaciones de campo e información satelital (Fig. 1d). Estos primeros resultados muestran la relevancia del enfoque interdisciplinario para integrar los diferentes tipos de información y realizar reconstrucciones paleoambientales y paleoclimáticas a partir de la dinámica de los procesos geomórficos. En particular, poder determinar la ocurrencia de los periodos de sequía en la Pampa seca y establecer los principales agentes (naturales y sociales) que habrían intervenido en la transformación del paisaje.