IGEBA   23946
INSTITUTO DE GEOCIENCIAS BASICAS, APLICADAS Y AMBIENTALES DE BUENOS AIRES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
ANÁLISIS SEDIMENTOLÓGICO DE GEOFORMAS LINEALES EN EL ZANJÓN DE APOCANGO, BOLSÓN DE FIAMBALÁ, CATAMARCA
Autor/es:
FERNANDEZ MOLINA DELFINA; CICCIOLI PATRICIA.L
Lugar:
San Juan
Reunión:
Congreso; VIII Congreso Argentino de Cuaternario y Geomorfología; 2022
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Geomorfología
Resumen:
El Bolsón de Fiambalá es un valle intermontano limitado por el Sistema de Famatina al oeste, las Sierras Pampeanas al este y la Puna al norte, que se caracteriza por la ocurrencia de importantes depósitos eólicos principalmente en el centro y este y, en menor medida, fluvio-aluviales. Presenta condiciones ambientales áridas a semiáridas y una dirección preferencial de vientos del sudoeste y oeste con velocidades de hasta 50 km/h (Ciccioli et al., 2021). En la presente contribución nos enfocamos en el estudio sedimentológico de unas geoformas lineales particulares a las que podemos definir como TARs (transverse aeolian ridges) o megaóndulas gravo-arenosas (Milana 2009; De Silva et al. 2013), que se desarrollan en la parte media del valle en el Zanjón de Apocango. Su caracterización resulta relevante ya que, en dicho sector del valle (27°36’8,8¨S - 67°38’23,4¨O y 27°35’43,1¨S - 67°39’5,2¨O), actualmente, las acumulaciones eólicas arenosas no son usuales. La metodología de trabajo consistió en la realización de un mapeo preliminar de las geoformas; tareas de campo relacionadas con la descripción y muestreo de la cubierta superficial, levantamiento de una sección artificial y relevamientos fotográficos generales y de detalle mediante un drone. En el laboratorio se realizaron los estudios granulométricos consistentes en la medición con calibre de las gravas, tamizado de la fracción más fina y cálculo de los principales parámetros (moda, media, selección, forma, esfericidad y redondeamiento). También se determinó la composición de las gravas y de la fracción arenosa mediante la observación de preparados al microscopio petrográfico realizando un conteo de aproximadamente 300 granos por muestra.Las geoformas analizadas se encuentran en una angosta quebrada delimitada por depósitos plioceno-pleistocenos y niveles de bajada antiguos, sobre las barrancas del zanjón. Se caracterizan por ser lineales simétricas a levemente asimétricas hacia el este con una altura promedio de entre 50 a 60 cm y un ancho de 8,50 a 9 m. Se disponen como cuerpos muy aislados con crestas rectas de dirección aproximada E-O (82°-261°). La cobertura superficial analizada exhibe una distribución de frecuencias bimodal con una moda gravosa en guija gruesa (-4,5φ) y otra en arena fina (2,5φ), una media en gránulo (-1,89φ) y una muy pobre selección (σ: 2,73). Los clastos tamaño grava son subredondeados, de esfericidad moderada, con formas laminar, prolada, discoidal, esférico-prolado y esférico-laminar dominantes. De acuerdo con su composición, se clasifican como clasto-ortogravas líticas donde predominan las gravas de origen sedimentario y volcánico ácido. A partir del análisis de las modas detríticas de la fracción arenosa se obtuvo que los líticos son el componente dominante (45,84%) seguido por los feldespatos (27,64%) y por último el cuarzo (26,52%) por lo que las muestras se clasificaron según la propuesta de Folk et al. (1970) como litoarenitas feldespáticas. Dado el alto porcentaje de fragmentos líticos se planteó un diagrama hijo (Lm+Lpa, Lv y Ls) y resultó que los líticos volcánicos predominan (75,35%) siendo los de composición ácida los más representados (84,01%). En un perfil transversal de una de las geoformas que comprende desde la cubierta externa hasta los 50 cm de profundidad, cuya base está cubierta, se identificaron de base a techo las siguientes unidades de geometría tabular y contactos netos a transicionales: 1) arena fina a limosa con gravilla dispersa y estructura masiva, 2) arena guijarrosa con estructura masiva a levemente laminada, 3) arena fina a limosa masiva y 4) cobertura gravo-arenosa. Se interpreta que el origen de estas geoformas podría estar asociado a: 1) la migración de óndulas eólicas S-R, 2) coalescencia de óndulas eólicas, ante un aumento del tamaño de grano, formando la TARs, y 3) generación de una cobertura de partículas más gruesas que cubren la cresta de la misma producto de un aumento de la deflación en el sector (Fernandez Molina, 2020). La localización de las geoformas es congruente con la dirección de vientos predominantes (O-SO). Probablemente debido al efecto Venturi, la velocidad del viento se acelera en la estrecha quebrada propiciando la deflación y formación de la cobertura gravosa de las megaóndulas que protege a la fracción arenosa infrayacente; y favorece el transporte y depositación del material arenoso en los campos de dunas del sector oriental. Sin embargo, no se descarta que un control estructural haya condicionado el desarrollo de las mismas. De acuerdo con las características composicionales obtenidas se puede interpretar que el aporte principal del material arenoso como gravoso proviene del sector occidental del valle (Sistema de Famatina). Esto concuerda con las direcciones preferenciales de los vientos y coincide con el área fuente del sistema aluvial del Apocango, responsable de movilizar el material gravoso.