La unidad de la producción social, punto de partida y objetivo del conocimiento

JUAN M. GRAÑA; DAMIÁN KENNEDY

Buenos Aires

Jornada; La crisis y la revolución en el mundo actual. Análisis y perspectivas; 2008

Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS)

Gran parte de las corrientes teóricas que se atribuyen el carácter de críticas al planteo marginalista (?heterodoxas?, ?marxistas?, etc.) suelen desarrollarse a partir de: i) centrarse en aspectos parciales de aquél desarrollo, ii) ?levantar? supuestos para adaptarlos a diferentes realidades, iii) tomar formas concretas como si no tuvieran más contenido que su forma, y/o iv) realizando juicios morales o éticos a las conclusiones políticas derivadas. Sin embargo, por más diversas que sean aquellas corrientes teóricas, en todas ellas encontramos una característica común: la falta de reconocimiento de la especificidad del modo de producción capitalista como forma concreta histórica de organizarse la producción social. Así, el análisis requiere tomar como punto de partida el contenido más general de la producción capitalista (la forma privada e independiente que adquiere la división social del trabajo) y a partir de allí comenzar el camino de lo abstracto a lo concreto, para que éste se transforme de ?representación caótica de un todo? a una ?síntesis de múltiples determinaciones?. En este contexto, el objetivo fundamental es avanzar hasta el punto del proceso de formación de la tasa general de ganancia en tanto forma bajo la cual se resuelve la unidad de la producción social en el capitalismo. A su vez, como objetivo secundario, nos proponemos dar un primer paso en responder qué, a partir de lo planteado, se puede decir respecto a dos cuestiones clave: los ámbitos nacionales de acumulación y los distintos tamaños de los capitales individuales