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En el marco del libro compilado por Javier Lindenboim, que se propone a partir de distintas miradas evaluar el proceso económico de nuestro país desde los años noventa a la actualidad con el objetivo de dar un marco de situación respecto de cómo la Argentina afronta el comienzo del siglo XXI, el presente capítulo se propuso el análisis desde el punto de vista de la distribución funcional del ingreso en un doble sentido: en relación a la evolución de sus variables determinantes (salario real y productividad), y en relación a las formas en las cuales se utilizan los ingresos agregados obtenidos en la producción, es decir, a partir de la relación entre la faceta del ingreso y de la demanda final de la nueva riqueza social producida por Argentina anualmente. En relación a lo primero, los resultados muestran que el deterioro de la participación asalariada durante la vigencia de "la Convertibilidad" se debió a incrementos de productividad no transferidos a salario, mientras que en la etapa posterior se explica además por la reducción del salario real. A su vez, considerando el tamaño del establecimiento, se observa que en las empresas incluidas en la ENGE se verifican incrementos de productividad con salario real constante, mientras que en el heterogéneo conjunto del Resto de empresas se observa una productividad constante con un marcado deterioro del salario real. En relación a lo segundo, en primera instancia se estimaron los ingresos con fuente en el trabajo y con fuente en el excedente, teniendo en cuenta las distribución secundaria del ingreso realizada por el Estado. Luego, la relación entre estos ingresos y los bienes finales muestran principalmente que el incremento de los ingresos con fuente en el excedente o bien no se reflejó en un incremento de la inversión privada, o bien el incremento de la proporción de la inversión privada en el producto correspondió a su componente construcción.

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