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El análisis de diatomeas fósiles permite realizar reconstrucciones paleoambientales detalladas debido a que se trata de un grupo de microalgas sensibles a los cambios ambientales y a que sus frústulos silíceos se preservan muy bien en los sedimentos de lagos, océanos y otros ambientes, aportando un set de datos ideal para estudios paleoecológicos y paleoclimáticos. El método utilizado para inferir condiciones ambientales consiste en el análisis de la composición de los ensambles fósiles considerando las características autoecológicas de los taxones presentes, por lo tanto la taxonomía debe ser muy precisa y es necesario contar con una base de datos actuales sobre la distribución y composición de las asociaciones en relación a las variables ambientales. Así, a través de la aplicación de técnicas de estadística multivariada se infieren las condiciones ambientales del pasado. Dentro de este marco, la utilización del análisis de diatomeas puede ser de gran ayuda para entender la variabilidad climática del Pleistoceno tardío, en particular en el lapso correspondiente al interestadial MIS 3 durante el cual existen evidencias de cambios abruptos del clima documentadas tanto en el Hemisferio norte como en el Hemisferio sur a través de diferentes aproximaciones geológicas y biológicas. Con especial atención en el análisis diatomológico de sucesiones sedimentarias de las regiones Andina Central y Fuego-Patagónica en Argentina y de América (Bolivia y México) comprendidas en el lapso 60000 a 25000 años AP, se interpreta la variación de los parámetros ambientales relacionados directamente al clima (temperatura) o indirectamente (salinidad y pH) teniendo en cuenta las limitaciones propias del análisis micropaleontológico (procesos tafonómicos) y de los distintos métodos de cronología absoluta utilizados.