EVOLUCIÓN DE LA CUENCA DE ANTEPAÍS ANDINA NORPATAGÓNICA DURANTE EL MIOCENO: UNA APROXIMACIÓN MULTI-METODOLÓGICA

JUAN FRANZESE; ANDRÉS BILMES; JOAQUÍN BUCHER; D'ELIA, LEANDRO; FEO, RODRIGO; MICAELA GARCÍA; MANUEL LÓPEZ; MILANESE, FLORENCIA; RAPALINI, AUGUSTO; NICOLAS SCIVETTI; AUGUSTO N. VARELA

Congreso; XVIII Reunión Argentina de Sedimentología ? IX Congreso Latinoamericano de Sedimentología; 2023

La construcción miocena de la cadena andina norpatagónica trajo aparejada la generación de secuencias sinorogénicas que rellenaron una cuenca de antepaís que, en la región periandina y extrandina, está conformada por un conjunto de subcuencas, aisladas o parcialmente conectadas entre sí (Antepaís Patagónico Fragmentado). Esta cuenca ha recibido la atención de numerosos trabajos en los últimos años centrados en estudiar sucesiones sedimentarias en sistemas de antepaís controlados por heterogeneidades corticales del basamento. El objetivo del trabajo propone establecer un patrón evolutivo de la cuenca de antepaís norpatagónica a través de un estudio interdisciplinario que incluye análisis de facies, análisis estructural, Magnetoestratigrafía, Geoquímica de elementos mayoritarios, Geocronología U-Pb y Ar/ Ar, trazas de fisión en apatitas y análisis de procedencia en las diversas subcuencas y en los bloques que las delimitan. Los resultados obtenidos indican que el relleno del antepaís norpatagónico no supera los 600 metros de espesor en los sectores más profundos. La composición general es sumamente variada dentro de un registro enteramente continental. Se trata de psamitas y psefitas y, en menor proporción, pelitas y diatomitas, en facies derivadas de ambientes aluviales, fluviales, deltaicos y lacustres. Es importante el registro de paleosuelos que conforman buena parte de la sucesión miocena. El relleno de las secuencias iniciales y medias está fuertemente vinculado a un volcanismo cuyos productos consisten en niveles de depósitos piroclásticos de flujo y de caída, y extensas coladas de lavas basálticas. Este influjo volcánico disminuye su importancia hacia el tope y en las subcuencas más alejadas de la cadena orogénica. El relleno sinorogénico se habría iniciado a los 19 Ma y progresó a través de diferentes secuencias separadas por intervalos de erosión o no depositación variables entre las distintas subcuencas durante ~ 15Ma. Los controles esenciales sobre el relleno son de índole tectónica, de acuerdo con el alzamiento relativo de los bloques montañosos que limitaron los depocentros. La tectónica estuvo activa a lo largo de toda la sucesión sinorogénica, en pulsos variables en las diferentes subcuencas. El análisis de trazas de fisión en muestras del basamento indica que la exhumación de esos bloques es de larga historia, con movimientos que se remontan al Mesozoico. Los procesos de deformación dieron lugar al desarrollo de estratos de crecimiento y discordancias progresivas en los márgenes de las subcuencas. La construcción topográfica de la cadena andina fue acompañada de una aridización regional que implico el pasaje de condiciones húmedas al inicio de la sucesión sinorogénica a condiciones de aridez hacia el tope de la sucesión, similares a las que existen hoy en la región.