El viaje académico como experiencia pedagógica

CERVIGNI MAURICIO

Letras del afuera

Laborde

Lugar: Rosario; Año: 2018; p. 131 - 148

Creo relevante poder marcar las bondades que posee tanto para un docente como para un estudiante, poder intercambiar al menos una vez en la vida alguna experiencia de formación ?de grado y/ o posgrado- en algún centro académico y/o científico, preferentemente de trayectoria internacional. Es de destacar que para muchos, o más bien para los ojos profanos, dicha experiencia no es más que un viaje recreativo, disfrazada de academicismo. Para aquellos que formamos parte de ésta grandiosa experiencia, es decir, para aquellos que fuimos ?ungidos por la gracia? de poder visitar y trabajar en algún centro de investigación y producción de conocimiento, dicha experiencia forma parte de un mar de estímulos inefables, que nos enriquece tanto profesionalmente, culturalmente como humanamente. Desde aquí, es que trataré de relatar y describir algunas de las experiencias vitales que justifican que nuestro estado (representado por las Universidades Públicas o algún otro organismo como puede ser la misma Secretaría de Políticas Universitarias) y también algunas organizaciones privadas financien estancias de investigación a docentes e investigadores y alumnos al menos una vez en la carrera de formación académica y científica.