La revolución del discurso y la protesta social. Una mirada teórica desde Foucault

GERARDO AVALLE

Córdoba

Jornada; I Jornadas Estudiantiles de Ciencia Política y Relaciones Internacionales; 2004

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Universidad Católica de Córdoba

La propuesta de análisis foucaultiana sobre el poder reviste de gran interés al plantearse y emerger desde donde no se teoriza, desde donde no se mira: fenómenos anormales reprimidos y subordinados dentro de las relaciones sociales, de poder, de política en sí. Lo que se propone en este espacio es la aplicación de esta “alternativa teórica” sobre el análisis de los fenómenos sociales, no tanto para intentar describirlos o explicarlos, sino analizar la construcción (discursiva) que se hace sobre ellos. El proceso de subjetivación del sujeto colectivo se materializa mediante los discursos. El proceso de subjetivación se efectúa mediante la construcción de una subjetividad en contraposición a otra, una lucha que se entiende como lucha con el otro. Por lo que se torna central indagar sobre la estructuración y posicionamiento de esos marcos significantes dentro del discurso caracterizante. Gadamer (1997) señala que todo discurso humano se nutre de una experiencia fundamental, que no es otra cosa que la mediación lingüística de la comprensión. “Lo que hay que propiciar en la comprensión es la conversación, el intercambio recíproco, lo que se ilustra con la imagen de fundir horizontes” (Urresti;1994:13). La protesta social en tanto lugar de articulación de formas de visibilidad y enunciabilidad de diversos reclamos y pedidos de justicia, ha tenido en nuestro país un carácter amplio y polifacético: estamos presenciando escenarios típicos sobre esta temática. Movimientos piqueteros, Organizaciones de Base, Agrupaciones de Campesinos, otro tipo de movimientos emergentes son ejemplos de ello, como así también lo son los reclamos obreros y sindicales que históricamente se han llevado a cabo. Estas formas de resistencia se encuentran diseminadas, pero localizables en el momento en que se asocian. Esa codificación estratégica es lo que torna posible una revolución entendida como enfrentamiento de verdades. De eso se trata, de interpretaciones, y no objetos predefinidos abordables en cualquier momento. Se pretende sistematizar la aplicación de conceptos claves como: poder, su ejercicio y naturaleza, resistencia, producción de subjetividad. Es decir, las formas de objetivación, y en sentido amplio, las formas de lucha.