INVESTIGADORES
BOHOSLAVSKY Ernesto Lazaro
congresos y reuniones científicas
Título:
El pensamiento liberal brasileño y el problema de la democracia (1937-1947)
Autor/es:
BOHOSLAVSKY, ERNESTO
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Jornada; IV Jornadas Nacionales Inter-cátedras de Pensamiento Latinoamericano “Cultura y movimientos sociales en América latina”; 2009
Institución organizadora:
Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
A partir de 1937 las elites desplazadas por la política de intervenciones de Vargas y el Estado Nôvo se fueron sirviendo de diversas argumentaciones de naturaleza liberal y republicana para caracterizar al pasado inmediato y simultáneamente para delinear los proyectos políticos y económicos por los que, entendían, debería transitar Brasil en la posguerra. Fueron mayoría los medios periodísticos, los intelectuales y los dirigentes partidarios que se opusieron al régimen dictatorial y su candidato electoral en 1945, Eurico Dutra, al que entendían como variante criolla del nazi-fascismo. Estas elites liberales debieron enfrentar entre 1937 y 1945 una agenda pujante, innovadora y reformista impulsada por Vargas. Ello implicó que adoptaran en la mayor parte de los casos una posición no sólo defensiva sino en alguna medida reaccionaria y de tintes decadentistas, que insistía en ponderar la restauración de unas sanas tradiciones políticas nacionales a las que el varguismo –pero principalmente la irrupción de las masas en la vida política nacional- había venido a desnaturalizar y sumir en la ignominia. El rechazo a Vargas le dio también a su identidad una pátina anti-demagógica que con cierta facilidad resbalaba hacia posturas contrarias a los intereses de los trabajadores o de los sindicatos, identificados como una criatura autoritaria y corporativa. La densidad del antiliberalismo en la doctrina varguista contribuyó a que sus adversarios asumieran como un valor propio e irrenunciable al liberalismo y al republicanismo, además de una identificación cerrada con la democracia y los Aliados (convenientemente depurados de la Unión Soviética). De allí que la democracia multipartidaria fuera considerada como un valor propio por buena parte de esta elite (y que se desatara una fuerte discusión en su interior con la promulgación de la ley que excluía al Partido Comunista de la vida política, en 1947). Al menos un punto parece diferenciar a las posturas del liberalismo de la inmediata posguerra en Brasil con respecto al detectado en Argentina: la lectura sobre el papel de los Estados Unidos y la naturaleza de la relación que con esa potencia debía tener la propia nación. En Brasil desde 1945 había una conciencia ampliamente compartida de que el desarrollo nacional no sólo era compatible con un vínculo comercial y político estrecho con Washington, sino que ese mismo vínculo garantizaría la llegada de las inversiones necesarias para afrontar los desafíos ligados de la industrialización pesada. En Argentina, por el contrario, el anti-norteamericanismo de cuño arielista y aristocratizante parece ser una particular marca de origen de la ideología nacional.