IIESS   23418
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONOMICAS Y SOCIALES DEL SUR
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Consideraciones sobre el pensamiento y la moral en las reflexiones arendtianas sobre el mal
Autor/es:
WAGON, MARÍA E.
Lugar:
Bahía Blanca
Reunión:
Jornada; VIII Jornadas de Investigación en Humanidades; 2019
Institución organizadora:
Departamento de Humanidades Universidad Nacional del Sur
Resumen:
Como sucede con muchos de los temas y conceptos analizados por Arendt, la cuestión moral no es abordada por la pensadora de manera directa sino que es un contenido transversal que se encuentra diseminado a lo largo de su obra. Con excepción de algunos artículos de la década del ?60, en el resto del corpus teórico arendtiano debe realizarse un trabajo de rastreo y deducción de las implicancias morales de los acontecimientos y fenómenos analizados por Arendt, hecho que agrega una nota de complejidad al estudio del tema. Kateb (2013) se pregunta qué entiende Arendt por moralidad y, a modo de respuesta, encuentra dos sentidos fundamentales. Por un lado concibe la moralidad como costumbre (mores), es decir, en tanto conjunto de prescripciones convencionales respecto de las conductas consideradas buenas o malas en una sociedad determinada. Por otro lado, Arendt concibe lo moral en relación con el precepto socrático que reza: ?Cometer injusticia es peor que recibirla? (2007c: 178).Para Arendt, el agente moral es siempre el individuo y las cuestiones morales se juegan en su interioridad, es decir, en la relación que este establece consigo mismo. En este sentido, González Santos agrega que la concepción arendtiana de la moralidad puede entenderse en el marco del ?individualismo moral socrático?, el cual se centra en las nociones de ?diálogo consigo mismo? y en el principio de no contradicción (2011: 141). La concepción moral arendtiana, focalizada en la relación del individuo con su interioridad, es clave en las reflexiones de Arendt sobre el mal, pues se evidencia en ellas una conexión indiscutible entre el mal ejercido por el régimen totalitario nazi y el colapso moral de la sociedad alemana. En OT, Arendt se refirió a la eliminación de la persona moral como segundo paso en el camino hacia la eliminación de la humanidad de los internados en los campos. Una vez convertidos en seres superfluos les era imposible comportarse moralmente pues solo los seres humanos pueden hacerlo y las víctimas del totalitarismo nazi ya no lo eran. El diálogo interior que se establece entre el yo y el sí mismo cuando se activa la facultad del pensamiento se encontraba cancelado y, en consecuencia, también lo estaba la capacidad que detentan los individuos de responsabilizarse por sus actos. En el caso de Eichmann, en cambio, la anulación del diálogo interno y del sentido de responsabilidad respondía a una realidad estructural dentro de la Alemania nazi, y, por esto, profundamente peligrosa. Arendt observó, materializada en la figura de Eichmann, una tendencia a la irreflexión y a la no emisión de juicios morales por parte, no solo de los funcionarios nazis, sino de la sociedad moderna en general.Teniendo en cuenta lo expuesto, en este trabajo se analizará la concepción arendtiana del pensamiento en relación con las consecuencias morales de su anulación con el objetivo de poder determinar si Arendt considera que el ejercicio de la facultad del pensamiento puede fungir de antídoto ante el mal.