INVESTIGADORES
FRANCO Marina
artículos
Título:
Notas de viaje para pensar el exilio
Autor/es:
FRANCO, MARINA
Revista:
Apuntes de Investigación del CECYP
Editorial:
Fundación del Sur Centro de Estudios en Cultura y Política
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2008 p. 171 - 176
ISSN:
0329-2142
Resumen:
En los últimos tiempos hay una suerte de explosión de las rememoraciones sobre el pasado cercano argentino, así como de la investigación sobre la memoria y los procesos históricos recientes vinculados a la violencia extrema, difusamente llamados “traumáticos”. Si bien es un fenómeno mucho más amplio, en la Argentina esto suele referirse al período de terrorismo de estado y a la violencia política de los años 70. Frente a ese pasado y de la mano de diversos actores y desde lugares tan diversos como el Estado o los organismos de derechos humanos, en el período “refundacional” posterior a 1983 se fue instalando un imperativo ético y moral de memoria, de respeto a las víctimas y de búsqueda de la verdad y la justicia. Esto atravesó profundamente los discursos públicos sobre el pasado, las políticas de memoria y la propia producción académica, generando marcos discursivos de los que es difícil despegarse. En particular, para los investigadores, ello se articula con la realidad de un objeto polémico, siempre presente en el espacio público e integrado por sujetos vivos que han atravesado experiencias dolorosas y extremas. Por ello, la práctica profesional suele estar profundamente atravesada por un sentimiento de empatía por el dolor de los otros, un respecto ético por las víctimas, una identificación con sus luchas por reconocimiento y justicia y, en algunos casos, también por una empatía ideológica con la experiencia vivida por los sujetos estudiados –sin olvidar un profundo repudio por los victimarios y una condena absoluta del terrorismo de estado–. El peso de estos imperativos ético-políticos hace que, a veces, la investigación termine impregnada e identificada con las experiencias de los actores al punto de diluir o reducir las posibilidades de análisis. Por su parte, la opción contraria, poco frecuentada en función de estos mismos imperativos y de las nuevas inquietudes analíticas (muy atentas a los procesos de constitución de la experiencia, las subjetividades y a no violentar los objetos de estudio con categorías  ajenas a ellos) corre el riesgo de construir “objetos” finalmente vacíos, justamente porque transforma a los sujetos en objetos de investigación y nada más.