Cuerpos naturales y cuerpos culturales

LUIS ROMÁN RABANAQUE

Anuario de Filosofía Jurídica y Social

Abeledo-Perrot

Lugar: Buenos Aires; Año: 2011; p. 161 - 175

En sus análisis de las maneras originarias de constitución de las regiones de naturaleza y espíritu para la mónada concreta en el mundo de la vida, Husserl asigna un papel central al cuerpo propio al describirlo como el "puente" que vincula los dos ámbitos. La experiencia de la naturaleza se asocia con los estratos material, estesiológico y volitivo del cuerpo, y obra de nivel fundante para la constitución de los sentidos espirituales que conciernen a los sujetos y a las obras culturales. Husserl traza una analogía entre la manera de darse dual del cuerpo propio y las maneras de darse de las significaciones espirituales, que poseen también una corporalidad en la que se advierte un lado físico o real y un lado espiritual o irreal. Sin embargo, la figura que aquella adquiere es diferente según se trate de las personalidades de orden superior que son generadas por una multiplicidad "real" de cuerpos, tal como ocurre con las asociaciones, los estados o las iglesias, donde puede hablarse de una "corporalidad colectiva", o bien de las obras culturales, como las piezas literarias o las composiciones musicales, donde se manifiesta una corporalidad espiritual o "ideal". Estas analogías y diferencias son, por último, relevantes para la pregunta por los modos esenciales de ser en el tiempo de los cuerpos reales e ideales.