Teleología de la evaluación de aprendizajes en la práctica docente: búsquedas y límites

MARCIONNI NELSON DANIEL

Santa Fe

Seminario; Evaluación de Aprendizajes; 2013

FHUC-UNL

Analizar, desde la propia labor docente universitaria, las prácticas de evaluación de aprendizajes, nos introduce en el marco de reflexión acerca de las macro decisiones de mayor relevancia emparentadas con la fundamentación misma de la elección profesional de esta actividad que asocia, de modo inseparable, el desarrollo del proyecto de vida personal con el medio universitario.No puede, justamente por esa razón, ser enteramente original una exposición de las motivaciones e intereses personales que respaldan esa práctica en particular ya que articulan con un perfil integrado del docente que se va componiendo, retroalimentando,  enriqueciendo,?corrigiendo, desde los resultados de la dinámica permanente del hacer, de todo el hacer, en el claustro, en la institución, en la sociedad.Resulta para nosotros igualmente esencial que esa afirmación se considere como punto de partida en la interpretación de este trabajo por cuanto implica definir de modo simultáneo, con elementos explícitos (v.g.: calidad de la labor profesoral) y otros implícitos (v.g.: el acto personalísimo de dotar de sentido a la expresión vida decente), un conjunto de variables asociadas de modo inescindible a las prácticas de la enseñanza, y a nuestra práctica docente, demarcando un campo de motivaciones, causas y objetivos (extra académicos) que las sitúan y les adjudican su personal impronta, tratando de identificar en definitiva, las razones profundas de la elección deeste ministerio y de su modo de ejercicio concreto, en el muy diverso arco delespectro que, conforme Batallán4, se definiría entre lo puramente ?apostólico?,lo ?laboral?, y lo radicalmente ?tecnocrático?.En esa visión retrospectiva que el trabajo integra, en esta coordenada actual del tiempo tenemos certidumbre, luego de veinticinco años de docencia universitaria, de que el conocimiento vaciado de un marco ético quizás pueda conducir, en alguna medida, a la sensación de una autosatisfacción narcisista, pero que jamás conducirá a incrementar el bienestar de la sociedad.Ese marco ético implica necesariamente una preocupación que no se define tanto en el qué y cómo se orienta al estudiante en el conocimiento, sino esencialmente en el porqué y para qué se desarrolla la labor de docencia y la investigación universitaria.