INVESTIGADORES
LONGONI Ana
congresos y reuniones científicas
Título:
Oscar Masotta y la vanguardia argentina de los 60
Autor/es:
ANA LONGONI
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Seminario; Seminario EFA; 2017
Institución organizadora:
Escuela Freudiana Argentina
Resumen:
Hace cuatro años, Cuauhtémoc Medina me planteó un (nuevo) desafío: organizar una exposición sobre el itinerario intelectual de Oscar Masotta. La propuesta, desde el vamos, fue centrarla no sólo en su relación con el arte, su rol como teórico, promotor y realizador dentro de la vanguardia argentina de los sesenta, sino en su múltiple y polimorfa capacidad de intervención (siempre disruptiva) sobre territorios como la literatura, la política, la historieta, la experimentación artística, el psicoanálisis, etcétera. Provocativamente, Masotta se definía en los años cincuenta como existencialista marxista peronista (fórmula inadmisible para la izquierda ortodoxa que veía en el peronismo una variante del fascismo). En la década siguiente ensaya la articulación entre compromiso político y nuevos paradigmas teóricos. Mientras otros intelectuales enfrentaban existencialismo y estructuralismo como opciones irreconciliables, Masotta sintetiza su postura en la ecuación conciencia y estructura: ?La filosofía del marxismo debe ser reencontrada y precisada en las modernas doctrinas (o ?ciencias?) de los lenguajes, de las estructuras y del inconsciente?. Su posición marginal respecto de las instituciones en las que inscribió su actividad intelectual (la Universidad de Buenos Aires, donde nunca terminó sus estudios, o el Instituto Di Tella, donde agitó la escena desde el ignoto Comité de Adherentes) y su recordada (y a veces no perdonada) capacidad polémica signan sus huellas.Al encomendarme este proyecto, Medina partía del libro Revolución en el arte que reunió los hasta entonces dispersos e inhallables textos de Masotta sobre arte. Cuando preparé esa edición, en 2004, llevaba más de una década de investigación junto a Mariano Mestman sobre la radicalización política de la vanguardia artística, trama en la que Masotta se nos aparecía como una referencia ineludible. Sin embargo, nos sorprendía su borramiento en los relatos del arte del período. Se lo reconocía, sí, como crítico literario (así lo empecé a leer en la cátedra de Teoría literaria de la carrera de Letras, en la década de los ochenta) o como introductor de Lacan en América Latina y España (una inscripción de peso dentro del poderoso mundo psicoanalítico argentino). Estábamos ante dos distorsiones. Por un lado, esas zonas de su actividad quedaban inconexas, disociadas. Por otro, terminaba invisibilizado su lugar tanto como impulsor, teórico y realizador dentro de la vanguardia artística, como por ser el primero en prestar atención a los objetos de la cultura de masas, en particular la historieta. La tensión que genera su múltiple condición de teórico y productor, gestor y realizador, es explicitada por él a cada paso, consciente de la intranquilidad que provoca. Doce años después de la aparición de aquel libro, la situación es bien distinta: algunas iniciativas despertaron interés internacional sobre los ensayos y trabajos artísticos de Masotta generando un estimulante conjunto de activaciones de diverso orden. En los últimos años han sido revisitadas con insistencia su producción teórica y también sus intervenciones artísticas, en particular sus happenings y obra de los medios, realizados en 1966.