“Hacia la definición de los rasgos de estilo. El desarrollo expresivo de Olga Orozco entre 1938 y 1946”

VÍCTOR GUSTAVO ZONANA

Olga Orozco. Territorios de fuego para una poética

Universidad de Sevilla, Secretariado de Publicaciones,

Lugar: Sevilla; Año: 2009; p. 129 - 146

La lectura de la lírica de Olga Orozco provoca un profundo efecto de unidad, como si los distintos libros configuraran un solo texto (Calabrese 7). Posiblemente, este efecto se desprenda del grado de madurez del primer libro editado, Desde lejos (1946) y de la voluntad de su autora por profundizar o ampliar líneas temáticas que ya se plantean en él. Esta madurez del primer libro, fue destacada tempranamente. Daniel Devoto, por ejemplo, señalaba: “Rara vez sucede que un primer libro sea un libro definitivo, y más aún si es de versos (…) Desde lejos nos certifica que la existencia de un libro primero y total no es imposible” (61). Olga Orozco en numerosas oportunidades ha resaltado esta unidad (ver Martínez Cuitiño 1983, 31; Piña 6) y al hacerlo ha consolidado en la crítica la idea de un universo literario y de un modo de expresión cuyo desarrollo no implica novedad sino más bien expansión de un núcleo germinal originario y original (Mujica 1084; Martínez Cuitiño 1985, 116). En otras ocasiones he intentado matizar la comprensión de este efecto de unidad, destacando aquellos aspectos que hacen al dinamismo del universo literario de la autora. Por ejemplo, mediante el examen de las inflexiones que recibe la representación de la memoria en sus distintos libros (Zonana 2002) y con el análisis de la configuración progresiva de su poética (Zonana 2007). El presente trabajo se orienta en un sentido análogo. Sin embargo, lo hace mediante la consideración de la etapa que podría concebirse como la prehistoria literaria de la autora. Asimismo se diferencia de los anteriores en la delimitación de su objeto de estudio. Me interesa ahora caracterizar la voz de Olga Orozco, su estilo particular y su modo de constitución con anterioridad a la edición de su primer libro. La atención estará centrada en uno de los rasgos más notables de esta voz, la estructura versicular de la línea poética. Este constituyente aliado al paralelismo anafórico y a las repeticiones ternarias determina la andadura rítmica y el talante de su poesía, que conservan, según palabras de la autora, ciertos ecos del lenguaje bíblico (Orozco; Alcorta, 35). La revisión de un conjunto de poemas aparecidos en publicaciones periódicas antes de 1946 muestra los tanteos en la consecución de ese estilo particular. El estudio de estos testimonios será completado con anécdotas referidas en entrevistas por Olga Orozco que reconstruyen las circunstancias de su escritura. Los objetivos que persigo con esa colaboración son al menos dos: en primer lugar, tal como ya destacara, identificar el dinamismo inherente a la constitución de su universo literario; en segundo, dar a conocer poemas de difícil acceso que permiten completar el horizonte de comprensión de la obra en su totalidad.