Biocontrol y agentes químicos para reducir el crecimiento fúngico y la producción de micotoxinas

TORRES, ADRIANA M.

Brasilia

Conferencia; Simposio Micotoxinas del V Congreso Latinoamericano de Micología; 2005

El género humano ha consumido alimentos contaminados con micotoxinas a través de toda la historia. Actualmente los niveles presentes en los alimentos son usualmente bajos, sin embargo el efecto de la exposición a esos niveles durante periodos de tiempo prolongados no son suficientemente conocidos. Por lo tanto, la reducción y preferiblemente la eliminación de la contaminación es el objetivo a largo plazo de todos los productores de alimentos, proveedores y agencias legislativas. La presencia natural de estos metabolitos secundarios en productos agrícolas implica riesgos para la salud del hombre y los animales y problemas económicos. Algunos de ellas son potencialmente carcinogénicas y mutagénicas, por ejemplo la aflatoxina B1 es el hepatocarcinógeno más potente conocido.  La contaminación con micotoxinas debe ser minimizada a través del diseño de una serie de medidas de prevención y control. Los hongos productores de micotoxinas pueden invadir los cultivos en el campo, a cosecha, durante la poscosecha y en el almacenamiento. La prevención del ingreso de las micotoxinas a la cadena alimentaria es una tarea verdaderamente difícil. En general, la prevención de la contaminación de hongos y sus micotoxinas en productos agrícolas puede ser dividido en los siguientes tres niveles: Prevención primaria: Este nivel de prevención es el plan más importante y efectivo para reducir el crecimiento fúngico y la producción de micotoxinas. Varias prácticas han sido recomendadas para mantener condiciones desfavorables para el crecimiento fúngico. Entre ellas: el desarrollo de cultivares resistentes, control a campo de la infección por hongos de los cultivos, disminución del contenido de humedad de las semillas después de la cosecha y durante el almacenamiento, almacenamiento de los productos agrícolas a bajas temperaturas siempre que sea posible, utilización de fungicidas y preservantes contra el crecimiento fúngico y controlar la infestación por insectos en granos almacenados con insecticidas permitidos. Prevención secundaria: Si la invasión de algunos hongos comienza en el cultivo en una fase temprana, este es el nivel de prevención requerido. Los hongos toxicogénicos existente deben ser eliminados o su crecimiento debe ser frenado para prevenir más deterioro y la contaminación con micotoxinas. Varias medidas son sugeridas como: frenar el crecimiento con hongos por el secado del producto, remover las semillas contaminadas, inactivación o detoxificación de la micotoxina, proteger los productos almacenados de cualquier condición que favorezca la continuidad del crecimiento fúngico. Prevención terciaria: Una vez que el producto está fuertemente infectado con hongos toxicogénicos, la prevención primaria y secundaria no es posible. Ninguna de las acciones mencionadas anteriormente va a poder practicarse ya que es bastante tarde para detener el crecimiento de hongos toxicogénicos y reducir la formación de micotoxinas. Sin embargo algunas medidas pueden ser tomadas para prevenir la transferencia de las toxinas a los productos alimenticios, por ejemplo, destrucción completa del producto contaminado o detoxificación o destrucción de las micotoxinas. Teniendo en cuenta estos niveles de prevención, es obvio que la inhibición del crecimiento fúngico es muy importante para prevenir la contaminación con micotoxinas. Dicha inhibición puede ser conseguida mediante métodos físicos, químicos y biológicos.