Teoría de la acción razonada: Una aplicación a la problemática del SIDA en senescentes de diferente género

STEFANI, D.

Mar del Plata

Congreso; 5ª Conferencia Mundial sobre el Envejecimiento. Congreso del Milenio sobre los Desafíos de la Vejez; 2000

International Federation on Aging (IFA)

Resumen El propósito de este estudio es explicar y predecir, a partir de la teoría de la acción razonada, el probable comportamiento preventivo que evite el contagio del virus del SIDA por vía sanguínea, en adultos mayores de diferente sexo, todos pertenecientes al nivel socioeconómico medio y residentes en la ciudad de Buenos Aires. Los resultados obtenidos al analizar el posible efecto del género sobre las variables que intervienen en el modelo propuesto por Ajzen y Fishbein (1980) muestran que la variable género, externa al modelo, influye significativamente sobre las actitudes y consecuentemente sobre las intenciones. Estos resultados apoyan el segundo supuesto formulado en este estudio que se refiere a la propiedad mediadora de la actitud. En síntesis, si se describe al grupo de ancianos entrevistados en cuanto a su posible conducta preventiva del contagio del virus del SIDA a partir del estudio de sus intenciones, se puede concluir que es probable que todos los sujetos tengan la intención de llevarla cabo. Esto es así, dado que los ancianos manifestaron actitudes favorables hacia la ejecución de dicho comportamiento y percibieron una norma subjetiva que lo aprueba, desempeñando el componente actitudinal el rol preponderante en la determinación de la intención. Sin embargo, al tener en cuenta la variable género, la intención del grupo de mujeres resultó aún más probable que la del grupo de varones y sus actitudes aún más favorables. Las diferencias halladas entre los ancianos entrevistados de distinto género podrían deberse al fenómeno de la socialización que juega un papel relevante en el aprendizaje de aquellos roles y conductas apropiadas al género de los individuos (Moore, 1988). En la sociedad en la que se formaron los adultos mayores, predominaba una estructura básicamente tradicional del género y de las relaciones sociales, se caracterizaba a la mujer primeramente por su rol maternal y al hombre se lo definía por su desempeño en la vida pública y en las tareas que implican tomar decisiones (Keating y Kurtz-Costes, 1998). Las mujeres ancianas entrevistadas desempeñan un rol más activo y vigilante respecto de su salud que los hombres debido probablemente al estereotipo sexual de conductas claramente diferenciadas relativas al cuidado de su prole y sus familiares, incorporadas a través del proceso de socialización, que en esta etapa de la vida revierten sobre ellas mismas en la atención de su salud. Si bien los resultados obtenidos en este estudio se restringen al grupo entrevistado, podrían resultar de interés para la Gerontología Psicosocial, dado que informan cualitativa y cuantitativamente acerca de aquellos sistemas de creencias que probablemente expliquen y determinen, entre otros factores, la conducta preventiva del contagio del virus del SIDA por vía sanguínea en la población senescente. Por otra parte, este estudio provee un ejemplo más de la capacidad predictiva del modelo de regresión propuesto en la teoría de la acción razonada, que posiblemente enriquece los resultados obtenidos por aquellas investigaciones empíricas que versan en el estudio de la relación entre la actitud y la conducta.