Evaluación del afrontamiento en niños y adolescentes - Influencia del apego y los estilos parentales sobre el desarrollo socioemocional y cognitivo de los hijos.

RICHAUD, M.C.

Belo Horizonte

Congreso; X edición del Encuentro Mineiro de Evaluacion Psicologica/ III Congreso LatinoAmericano; 2012

El afrontamiento al estrés en niños pequeños, es una variable fundamental que nos permite conocer si los mismos tienen un estilo para resolver los conflictos, cuál es ese estilo y si resulta funcional para un desarrollo exitoso.Es la variable donde se ven reflejados todos los recursos de los que dispone el niño para enfrentar la amenaza, pérdida o desafío, y si estos le alcanzan para mejorar la evaluación primaria (disminuir la percepción de amenaza) y resolver exitosamente el problema.La evaluación de los procesos en los niños y especialmente la psicométrica, representa siempre un desafío metodológico, dado que es requerida por un adulto y por lo tanto no es motivada por el niño, al mismo tiempo que es fundamental el contacto personal y afectivo con el mismo. Comenzamos evaluando el afrontamiento en niños de 8 a 12 años, utilizando cuestionarios verbales: el original de 27 ítems y uno abreviado de 18 ítems. Si bien partimos del modelo de Lazarus, utilizamos el esquema de nueve dimensiones de Billings y Moos (1981).Se construyeron un conjunto de ítems tratando de que reflejaran las dimensiones de afrontamiento antes presentadas.En la adolescencia, varones y mujeres deben hacer frente a diferentes desafíos madurativos tales como incorporarse a un grupo de pares, diferenciarse de su familia y avanzar en la formación de su identidad adulta. Para identificar las estrategias de afrontamiento utilizadas para sobrellevar el estrés del desarrollo en la adolescencia, Frydenberg y Lewis diseñaron un cuestionario de afrontamiento, basado en el de Lazarus, llamado Adolescent Coping Scale (1991). Durante la adolescencia predomina una percepción de la amenaza centrada en eventos característicos de la etapa evolutiva, aunque con la aparición de preocupaciones relativas al entorno inmediato. Esto apoyaría la hipótesis del estrés como un proceso transaccional pero donde sobre la base de determinados rasgos temperamentales, personales y madurativos y con el desarrollo de los recursos a través de las experiencias interpersonales, se establece un estilo atributivo que, aunque permeable a los eventos del entorno, pone una impronta característica. En lo que hace al estilo de afrontamiento en la adolescencia normal, parecerían predominar estrategias adaptativas que incluyen reestructuración cognitiva, acción sobre el problema concreto y búsqueda de apoyo emocional. La caracterísitica más llamativa aparecida en este trabajo es el afrontamiento como ansiedad o preocupación por los grandes problemas de la humanidad o el futuro de la misma, como una forma de ir resolviendo los desafíos que plantea la adolescencia. Por último, paralelamente a los procesos madurativos crece la focalización en el problema y como característica asociada al sexo, la mujer utiliza afrontamientos más centrados en la emoción mientras que el varón los elude a través de la acción