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La variedad de paisajes y ambientes del Bajo Delta Insular (BDI), determina una elevada diversidad de fauna silvestre. Debido a la particular oferta de hábitats, las diferentes especies presentan distintas estrategias para sobrevivir y reproducirse en el área. Algunas cubren todos sus requisitos de vida en ambientes específicos mientras que otras usan una combinación de estos. Los cambios en el paisaje original provocados por las actividades humanas tienen efectos positivos para algunos grupos de animales y negativos para otros. Cuando se afecta el funcionamiento hidrológico del sistema original de humedales, se favorece el ingreso de especies provenientes de otras regiones y de exóticas invasoras. Varias especies de mamíferos, aves, reptiles y anfibios, típicas del BDI, poseen actualmente un estatus de conservación conflictivo. Algunas de ellas, conjuntamente con otras particularmente adaptadas a la vida en el humedal, han sido y siguen siendo utilizadas por los pobladores locales para satisfacer sus diferentes necesidades. En este capítulo se describen los principales grupos de vertebrados utilizados en el BDI (excluyendo los peces) con detalle de la intensidad de dicho uso y las distintas modalidades del mismo (subsistencia, comercial y deportiva). Se consideraron los usos por los grupos humanos presentes en el BDI en tres momentos históricos. Primeramente, por los pueblos originarios (desde 2500 AP) incluyendo a las etnias que habitaban la zona (chaná-mbeguaes y guaraníes) durante la conquista española (siglos XVI a XVIII). En segundo lugar, por los criollos e inmigrantes europeos (siglos XVIII a XX) y, posteriormente, por sus descendientes (desde las últimas décadas del siglo XX hasta la actualidad). Se pretende contribuir al conocimiento del importante patrimonio natural y sociocultural de esta particular región de nuestro país y a crear conciencia sobre la necesidad de su conservación.

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