Efectos de diferentes intensidades de raleo en el crecimiento de Nothofagus pumilio en fase de regeneración

MONELOS L.; PERI, P.L.; MARTÍNEZ PASTUR G.; MATTENET F.; YANICELLI C.

El Calafate

Congreso; II Jornadas Forestales de Patagonia Sur y 2do Congreso Internacional Agroforestal Patagónico; 2013

INTA-Instituto Forestal de Chile-UNPA-CONICET

El principal objetivo de los raleos en bosques de lenga (Nothofagus pumilio) en fases de regeneración es el de acortar el turno de corta mejorando a la vez la calidad del rodal. En octubre de 2006 se instaló en Ea. Stag River (54° 32? LS - 67° 03? LO), Santa Cruz, un ensayo con diferentes intensidades de raleo en un bosque de lenga desarrollándose en una Clase de Sitio IV (IS60: 9,8m) en fase de regeneración avanzada (densidad inicial de 16300 ±1500 árboles/ha, 50 ±12 años de edad). En forma anual desde el inicio del ensayo hasta el 2012 se midió el DAP, y se calculó el crecimiento diametral y en volumen. El ensayo de raleo ocupa una superficie de 3730 m2, y posee además 2 parcelas testigo (sin raleo) de 100 m2 cada una. El raleo consistió en llevar el rodal a densidades correspondientes a 2x2 m o 2330 árboles/ha (D1); 2,5x2,5 m o 1700 árboles/ha (D2) y 3x3 m o 1060 árboles/ha (D3). Para esto se optó por un raleo por lo bajo, es decir, eliminando todas las clases menos la dominante (excepto individuos dominantes malformados). Se efectuó una poda de los remanentes hasta una altura de 4 m. En el periodo evaluado (2006-2012), el crecimiento diametral de los tres tratamientos presentó su máximo incremento en la tercera temporada de crecimiento con valores medios de 5,6, 5,5 y 3,9 mm/año para D1, D2 y D3, respectivamente. Para el mismo período, los dominantes de las parcelas testigo crecieron 2,4 mm/año. Si consideramos la totalidad de los tratamientos, estos crecieron un 65% más que los dominantes testigos luego de los 6 años de evaluación. El máximo crecimiento volumétrico ocurrió también al tercer año luego de aplicar los raleos, con valores medios de 9,5, 12,7, 11,0 y 7,9 m3/ha/año para D1, D2, D3 y el testigo, respectivamente. Si consideramos la totalidad de los tratamientos, estos crecieron un 14% más que los dominantes testigos en el período de 6 temporadas. Esto puede deberse además del efecto de competencia por luz, a la mayor disponibilidad de agua, no sólo por la menor demanda de competidores, sino además, por la menor intercepción de nieve, que permanece por mayor tiempo en el piso del bosque. El efecto fue importante en crecimiento en volumen individual del período, sobretodo en el tratamiento D1 (0,0071 m3/año) dado que prácticamente se duplica el crecimiento en volumen individual del testigo (0,0037 m3/año). Los resultados preliminares sugieren que para esta fase de desarrollo, la intensidad de raleo intermedia de 1700 árboles/ha es la que mayor incremento diametral genera.