INVESTIGADORES
PERI Pablo Luis
artículos
Título:
Módulo Antártico de Producción Hidropónica: primeros resultados del cultivo en la Antártida Argentina
Autor/es:
BIRGI J.A.; GARGAGLIONE V.; PERI P.L.; ARAUJO PRADO C.; DÍAZ B.; GONZALEZ L.; GESTO E.; HALLAR K.; LAGUÍA D.; SOFÍA O.; DÍAZ M.
Revista:
Informes Científicos Técnicos-UNPA
Editorial:
Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA)
Referencias:
Año: 2023 vol. 15 p. 348 - 364
Resumen:
Una forma de producir alimentos frescos de manera eficiente e intensiva en ambientes extremos es mediante técnicas hidropónicas. Asimismo, para obtener alimentos frescos en lugares con condiciones ambientales desfavorables los sistemas hidropónicos se complementan con tecnología de producción “Indoor”, que consiste en crear ambientes que proveen de manera artificial las condiciones necesarias para el crecimiento de las plantas, principalmente luz y temperatura apropiadas. La República Argentina sostiene su presencia en la Antártida desde el año 1904. Tal logro ha requerido de grandes esfuerzos logísticos, entre los cuales se destaca, por su complejidad, el abastecimiento de alimentos. La alternativa habitual para la provisión de alimentos a las Bases Antárticas Conjuntas (BAC) de Argentina es la utilización, por períodos largos de tiempo, de raciones deshidratadas, enlatadas en conserva o super congeladas. Esta alternativa impacta negativamente en la calidad nutricional y organoléptica de los alimentos y, en consecuencia, en la calidad de vida de las personas, en especial de aquellas con estadías prolongadas como las dotaciones permanentes (personal que reside un año o más en las Bases).El objetivo del presente proyecto denominado “Módulo Antártico de Producción Hidropónica” (MAPHI) fue el de diseñar e instalar un módulo de producción capaz de proveer verduras frescas para abastecer las bases antárticas argentinas, a fin de mejorar la alimentación del personal de dotación a través de la producción de alimentos frescos. El sistema MAPHI se basa en 4 pilares fundamentales: (i) un módulo productivo semiautomatizado, (ii) un programa de capacitación y apoyo remoto permanente para nuevas dotaciones, (iii) un panel de control remoto de datos críticos del sistema para asegurar seguimiento y construir una base de datos a través de tecnología Big Data e IoT (Internet of Things) necesaria para la generación continua de información orientada a la mejora del desarrollo y sus procesos, y (iv) una web informativa para comunicar estados y avances del proyecto, vínculo con la sociedad en temas relacionados a la producción de alimentos en el continente antártico. Para lograr el objetivo, se acondicionó un contenedor marítimo de 20 pies, y en su interior se instalaron dos sectores de producción con tres niveles cada uno. En cada nivel de producción se emplazaron 12 cajones de 10 litros con 4 perforaciones cada uno, que permiten el anclaje de 4 plantas por cajón, para obtener 240 plantas adultas por tanda. Cada sector de producción cuenta con un sistema de luces SAP (sodio de alta presión) que proveen la cantidad de luz necesaria en un ciclo de 8 horas de luz y 8 hs de oscuridad, encendiéndose intermitentemente en cada sector. Asimismo, el contenedor se calefacciona con un panel de bajo consumo de 620 W, que, sumado al calor que emiten las lámparas, le provee al lugar de producción una temperatura promedio de 26 °C. Las primeras plantas fueron sembradas el 17 de mayo de 2022 y se trasplantaron el 30 de junio al sistema de cajones hidropónicos. Las especies cultivadas en esta primera instancia fueron rúcula (Erucavesicariasp. Sativa) y lechuga (Lactuca sativa) variedad Grand Rapid. La primera cosecha se realizó el 16 de julio, obteniendo un total de 15,6 kg de lechuga (144 plantas) y 4,4 kg d rúcula (96 plantas), logrando todo el ciclo de cultivo en un lapso de 30 días. Consideramos que el presente trabajo es innovador ya que permite obtener cultivos frescos en un lugar extremo como es el continente Antártico, es factible de ser monitoreado a distancia mediante el uso de tecnología IoT y a su vez, y quizás lo más importante, contribuye a la soberanía alimentaria de la dotación invernante, al permitir mejorar la calidad de la alimentación de las personas que deben permanecer en las bases antárticas argentinas por largos períodos de tiempo.