INVESTIGADORES
OVIEDO Eduardo Daniel
congresos y reuniones científicas
Título:
Modernización, régimen político y política exterior en Argentina, China y Taiwan
Autor/es:
OVIEDO, EDUARDO DANIEL
Lugar:
Rosario
Reunión:
Congreso; "Argentina y sus relaciones con el Este Asiático"; 2013
Institución organizadora:
Cátedra de Historia de las RRII Contemporáneas de la UNR
Resumen:
En China continental, la modernización es un proceso iniciado a finales de la década del setenta, diseñado y conducido por un régimen totalitario, de partido único comunista, sobre la base de una estrategia industrial, orientada a la exportación, con gradual liberalización de las fuerzas productivas y apertura económica al mundo, alcanzando niveles de gran potencia económica en 1998. En Taiwan, la modernización fue iniciada en 1959, también por un régimen totalitario, pero de partido único no comunista, liderado por Chiang Kai-shek y continuado por su hijo Chiang Ching-kuo, quienes también basados en el modelo productivo orientado a la exportación, lograron niveles de economía intermedia a mediados de la década del setenta, para iniciar la transición hacia la democracia en 1986. En Argentina, su último régimen autoritario (1976-1983) fracasó en la modernización económica y la derrota militar en la guerra de Malvinas (1982) condujo a la transición abrupta del autoritarismo a la democracia, con intermitente crecimiento económico, en el marco de decadencia económica estructural e incremento de la asimetría respecto a otros actores internacionales. En otras palabras, el proceso lineal de modernización autoritaria para luego transitar a la democracia, argumentado por la teoría de la modernización, aparece claramente en el caso de Taiwan; está inconclusa en China continental; mientras que Argentina afronta la difícil tarea de modernizar su economía y consolidar la democracia, sin los beneficios de los crecimientos económicos que dispusieron los dos países asiáticos en sus fases totalitarias. Según la teoría de la paz democrática, regímenes políticos diferentes tienen diferentes políticas exteriores, en contraste con la visión tradicional erga omnes de la política exterior. Desde esa perspectiva, en apariencia parecería ser fácil de explicar la relación entre las dos variables porque China tiene un régimen totalitario, Taiwan es una democracia consolidada y Argentina tiene un régimen democrático no consolidado. Sin embargo, si su hipótesis teórica ha tratado de demostrar la relación entre el tipo de régimen y la política exterior, especialmente la relación entre democracia y paz, resulta claramente difícil argumentar el ascenso pacífico del totalitarismo chino, siendo plausible hacer un esfuerzo para demostrar este fenómeno a través de la relación entre modernización y política exterior. Coincidiendo con Inglehart y Welzel, la ?nueva versión de la teoría de la modernización indica que el fenómeno de la paz democrática es más debido a los cambios culturales relacionados con la modernización que por la democracia en sí misma.? Estos autores revisaron la teoría de la modernización y plantean que la premisa general de la teoría sigue siendo correcta: ?el desarrollo económico tiende a traer importantes, más o menos previsibles, cambios en la sociedad, la cultura y la política.? No obstante, argumentan que la misma debe ser revisada en varios aspectos, a saber: 1) la modernización no es lineal; 2) el cambio socio-cultural es dependiente de la trayectoria: es decir, la historia importa; 3) la modernización no es la occidentalización, a diferencia de las versiones etnocéntricas tempranas de la teoría; y 4) la modernización no conduce automáticamente a la democracia. Visto desde esta perspectiva, nada impedirían realizar el estudio comparado de esta trilogía de países para esclarecer la relación entre modernización y política exterior, puesto que China y Taiwan cuentan con exitosas modernizaciones económicas y Argentina es un país no modernizado que intenta imprimir una orientación modernizante, dejando de lado el estudio de las sociedades modernizadas que ya han sido tratados por otros investigadores. Por ejemplo, Edward Morse llevó a cabo un estudio similar al que se presenta en este artículo sobre la relación entre modernización y política exterior en los países modernizados. Es que intentar llevar a cabo un proceso de modernización implica que el Estado despliegue todos los instrumentos esenciales para el logro de dicho objetivo. Entre aquéllos instrumentos está la política exterior, que es el medio con que cuenta el Estado para vincular a la unidad política con el plano internacional, pues la política exterior ?es la acción que cada Estado desarrolla en el sistema internacional?.No compete aquí evaluar si esta acción es en función del interés nacional, pues el mismo se ha usado recurrentemente como argumento de diversas políticas exteriores que en las evaluaciones retrospectivas de sus resultados no han cumplido con ese supuesto. Se entiende que si el Estado, o los grupos que lo controlan, busca realizar la modernización en el plano interno de la política, deberá al menos propender al despliegue de una política exterior funcional a ese objetivo en el plano internacional. Las experiencias de China y Taiwan aportan claridad sobre esta interrelación al ser dos Estados en modernización, con regímenes políticos totalitarios e intereses contradictorios entre sí en el plano externo, pero cuyos instrumentos de vinculación con la comunidad internacional ?las políticas exteriores? poseyeron pautas similares de comportamiento después que estas naciones adoptaron la decisión de modernizar. En tal sentido, interesa saber cuáles fueron esas pautas que estos Estados imprimieron a sus políticas exteriores en el plano externo de la política y que favorecieron el desarrollo de la fase de modernización, para ser tenidas en cuenta erga omnes en naciones que desplieguen el mismo proceso. Asimismo, este estudio rechaza la ?importación? de modelo asiático alguno, ya que las experiencias económicas, políticas y sociales de Latinoamérica ?como las del resto del mundo? son distintas de las de los países del Este Asiático. Además, existe interrogante sobre la existencia de un modelo propio de los países asiáticos, aunque sí es viable el conocimiento y la emulación de algunas pautas de comportamiento de las políticas exteriores adoptadas por estos países que podrían favorecer la modernización en América Latina. Precisamente, estas pautas son abordadas y discutidas en el presente estudio. Como los Estados compiten en el sistema internacional, existe también la competencia entre modernizaciones, cuyo aspecto de mayor conflictividad, parafraseando el célebre concepto de Huntington, podría ser denominado ?choque de modernizaciones?. En efecto, el proceso de modernización en un Estado puede servir de factor desencadenante para que otros Estados no se modernicen. Por ejemplo, de acuerdo a la velocidad de crecimiento económico de la República de China, los académicos chinos consideran que la Segunda Guerra Chino-Japonesa iniciada en 1937 al menos retrasó 20 años su proceso de industrialización. Durante la Guerra Fría, la afluencia de inversiones extranjeras primero a Taiwan y luego a China limitaron la llegada de capitales a América Latina, siendo uno de los factores que explica el estancamiento o retroceso de estas naciones. Pero no todo es conflicto entre modernizaciones, pues también facilita el crecimiento de otros. Por ejemplo, Taiwan se benefició de la construcción en infraestructura y llevó a cabo una incipiente modernización dependiente de Japón durante la fase de dominación colonial (1895-1945); mientras que tras la formación de la República Popular China (RPCH) en 1949 la isla se vio favorecida por el apoyo político y económico de Estados Unidos, Japón y Europa occidental a su proceso de modernización. En la primera década del siglo XXI, las economías de los países latinoamericanos fueron beneficiadas con el crecimiento económico de China.