INVESTIGADORES
OTTONE Eduardo Guillermo
congresos y reuniones científicas
Título:
Tafonomía en ambientes lacustres: el caso particular de una paleoflora triásica de Precordillera
Autor/es:
MANCUSO, A.; OTTONE, E.G.; VOLKHEIMER, W.
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; IX Congreso Argentino de Paleontología y Bioestratigrafía; 2006
Institución organizadora:
Academia Nacional de Ciencias, Córdoba
Resumen:
En la Precordillera Occidental, en el área comprendida entre los Cerros Puntudo y Colorado (provincia de San Juan) se encuentran los afloramientos más septentrionales de la cuenca Cuyana. Estos incluyen sedimentitas continentales, depositadas en ambientes aluviales, con desarrollo de abanicos y sistemas fluviales y lacustres. La secuencia, de acuerdo con la nomenclatura informal de Mombrú (1973), se divide en dos unidades: una unidad basal, la Formación Cerro Puntudo, que está caracterizada por facies gruesas que pasan hacia arriba a litologías más finas, depositadas en ambientes fluvio-lacustres, y por encima, la Formación El Relincho, que con el desarrollo de facies gruesas evidencia una reactivación en el sistema. El contenido paleontológico de la Formación Cerro Puntudo incluye muy escasos restos microflorísticos, básicamente esporas de afinidad Pteridophyta y Lycophyta, restos megaflorísticos saltuarios, pobremente preservados e indeterminables y rizolitos. Asimismo es muy importante en el sector norte el desarrollo de secuencias estromatolíticas. El registro de invertebrados sólo está representado por trazas, las cuales, en general, se asocian con las de la icnofacies de Skolithos y Scoyenia, y los vertebrados, representados por escasos restos óseos fragmentarios entre los que se encuentra una porción de cintura pélvica que puede ser asignada a un arcosaurio basal. Es notable el grado diferente de preservación que muestran los restos vegetales en un ambiente tan particular como el de los términos superiores de la unidad; y además, es destacable que estas condiciones tafonómicas tan particulares, que permitieron la preservación diferencial de los restos vegetales en los niveles estudiados, puedan apreciarse aún a pesar de la escasez de los restos paleoflorísticos. En la secuencia aparecen en primer lugar los rizolitos. En la planicie fluvial del abanico más distal se presentan como estructuras cilíndricas, con diámetros que pueden variar entre 0,5 y 6 cm, con un desarrollo principalmente paralelo a la estratificación y con relleno carbonático. En las márgenes sumergidas del lago, se encuentran abundantes estructuras cilíndricas delgadas (diámetros no mayores a 0,5 cm) dominantemente verticales que cortan varios niveles de la estratificación. En corte se ven estructuras alargadas (largos aproximados de 15 a 20 cm), con contornos variables, aunque no es común hallar ramificaciones. El relleno, en los casos en que se evidencia, se muestra concéntrico. Los restos vegetativos se encuentran exclusivamente en el tope de la secuencia, cuando el material piroclástico comienza a dominar. Los detritos vegetales se preservan en dos condiciones diferentes; por un lado, detritos indeterminados, levemente carbonizados, con un largo aproximado de 1 cm y solo unos pocos con largos de 5 a 6 cm; por otro lado, detritos vegetales parcialmente oxidados con una selección bimodal con dos tamaños dominantes: el mayor con largos entre los 15 y 20 cm y el menor con largos cercanos a 1 cm. Las asociaciones se caracterizan por no presentar un ordenamiento espacial; en general los elementos se mantienen respetando el plano de estratificación y solo algunos pueden cortarlo. La biofábrica se caracteriza por un empaquetamiento escaso a denso, una buena selección por tamaño y forma y una densidad de acumulación media a alta. El nivel de detritos parcialmente oxidados muestra, en particular, unas estructuras redondas similares a las estructuras relacionadas con rizolitos, que se han descrito para los niveles lacustres y otras evidencias tales como la conexión entre elementos vegetativos, hecho que permitiría sugerir que se trata de una acumulación autóctona o parautóctona de elementos herbáceos que habría habitado en las costas sumergidas del lago, y que habría sido enterrada abruptamente por los sedimentos piroclásticos. Así, se puede concluir que a pesar de las condiciones altamente oxidantes del medio que no permitieron la preservación del material vegetal en gran parte de la secuencia, los registros de raíces en el ambiente fluvial y en las costas del lago, y los restos vegetativos que hacia el tope de la unidad fueron preservados por el aumento y dominio del material piroclástico, permiten conocer las diferentes condiciones que admitieron la preservación de una fracción probablemente pequeña de la flora que dominaba este ambiente tan particular.