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En este capítulo abordaremos un periodo caracterizado por representar el momento de maduración del estado-nación en su forma decimonónica, después de atravesar por el proceso de la independencia y las reubicaciones políticas inevitables de las primeras décadas del siglo XIX. Se busca pensar las historias de Argentina y Chile tratando de descubrir lo que tienen de semejante y lo que tienen de diferente. No es por azar que ese proceso de consolidación esté entreverado con la consolidación del liberalismo como una forma de orden y con un sujeto colectivo -las oligarquías- que en su heterogeneidad encarnarán los primeros rostros de la nación que comenzará a dar sus pasos iniciales en un largo camino por dotarse de un cuerpo reconocible para sectores cada vez más amplios de connacionales. Ese proceso comenzó a esbozarse en los años 1820 y ya en los 1840 fue adquiriendo fuerza cuando se planteó la necesidad de ocupar efectivamente el territorio que hasta ese momento estaba trazado sólo en las cartografías y que vendría a ensanchar las miradas, distancias y horizontes de las estrechas, aunque acogedoras, fronteras de las patrias-cabildos. En esta perspectiva, la relación entre la instauración del Estado-nación, el liberalismo y las oligarquías es estrecha pues el nuevo orden que se buscaba en el período pos independencia no sólo requería del poder de la fuerza que lo impusiera, sino también de un principio de autoridad consensuado por las elites y que armonizara las banderas del libre comercio con la necesidad de libertad política. Las velocidades, los ritmos históricos y las densidades serán heterogéneas, aunque los problemas y los desafíos claramente se avizorarán como semejantes. De hecho esta historia comienza en una época en que lo mejor del exilio rioplatense se encontraba en suelo chileno discutiendo y trazando los caminos más apropiados para construir la nueva realidad política, que debía ser también nueva en lo económico y en lo socio cultural. De ahí que se expliquen las transgresiones, pero también las rigideces, los aciertos y los errores que siguiendo caminos sinuosos de convergencias y divergencias construirán la historia de Argentina y Chile de mediados del siglo XIX.

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