"Desacuerdo y verdad relativa"

ORLANDO, ELEONORA

Crença, verdade, racionalidade: ensaios de filosofia analitica

EDUFBA

Lugar: Salvador, Bahia; Año: 2014; p. 135 - 158

En los últimos años, muchos filósofos se han concentrado en los llamados desacuerdos sin falta, esto es, conversaciones, reales o imaginarias, del tipo de la siguiente: Giulia: Clarice Lispector es una buena escritora. Una de las mejores del siglo XX. Isabel: A mí no me gustaron demasiado ninguno de sus cuentos. Yo no diría que es una buena escritora. Tales conversaciones involucran  enunciados que contienen adjetivos evaluativos, tanto duros (bueno, correcto) como blandos (delicioso, divertido, atractivo, interesante).Dos intuiciones principales se nos suelen presentar en torno a estos casos. En términos de nuestro ejemplo, por un lado, intuimos que Giulia e Isabel están en desacuerdo, es decir, expresan opiniones contrarias sobre un mismo tema, la calidad de la obra literaria de Clarice Lispector; por otro, nos parece intuitivamente que cada una de ellas podría estar en condiciones de expresar un juicio verdadero sobre el tema en cuestión. Esto es, no hay error o falta por parte de ninguna de ellas. Este punto distingue a los diálogos como el anterior de los desacuerdos acerca de cuestiones objetivas, donde se presupone que uno de los interlocutores comete un error, como ilustra el diálogo siguiente: Giulia: Porto Alegre está al sur de Rio de Janeiro. Isabel: No, no es cierto, Rio de Janeiro está más al sur que Porto Alegre. En este trabajo, me propongo defender el llamado contextualismo no indéxico, una variedad moderada de relativismo, como la mejor explicación de casos como los anteriores, a los que consideraré como meras apariencias de desacuerdo sin falta. Además, sostendré que las razones esgrimidas por MacFarlane (2005) para sostener el relativismo extremo por sobre el contextualismo no indéxico, en relación con este tipo de casos, no son lo suficientemente persuasivas.