INVESTIGADORES
MONJEAU Jorge Adrian
capítulos de libros
Título:
Biodiversidad, amenazas a la conservación y prioridades de inversión en áreas el parque nacional Nahuel Huapi
Autor/es:
MONJEAU, ADRIAN; NAZAR ANCHORENA, SOFIA; FERNANDEZ MONTONI, MARIA VICTORIA; MARQUEZ, JORGE; ALCALDE, DANIEL; DI IORIO, ANA; GALVAN, HERNAN; DENHOLM, CRISTIAN; DI VINCENZO, ANDRÉS; GONZALEZ, FABIAN
Libro:
Estado de conservación, amenazas y prioridades de inversión en áreas protegidas andinopatagónicas
Editorial:
Ediciones de la Universidad Atlántida Argentina
Referencias:
Lugar: Mar del Plata; Año: 2006; p. 47 - 74
Resumen:
El Parque Nacional Nahuel Huapi, es el primer parque nacional de Argentina, a raíz de la donación del Dr. P. Moreno a la Nación, en 1903, lo que a su vez dio origen al sistema de parques nacionales. Se encuentra en el sudoeste de la provincia del Neuquén y noroeste de la provincia de Río Negro. Forma parte de un conjunto continuo de áreas protegidas que cubren más de un millón de hectáreas, incluyendo al parque nacional Lanín, colindante al norte y el P.N. Puyehue, adyacente hacia el Oeste, en Chile. El Parque resguarda muestras de tres unidades naturales: alto-andino, bosque andino-patagónico (incluyendo sectores de bosque valdiviano), y estepa patagónica, contribuyendo a la conservación de uno de los gradientes ecológicos más extremos del mundo. La extraordinaria belleza de sus paisajes de lagos y montañas lo hace uno de los parques más visitados de Argentina. El acusado gradiente altitudinal y de precipitaciones del parque da lugar a la coexistencia de varios pisos ecológicos. Si bien la riqueza de especies no es la característica más relevante de estas unidades de conservación extra-tropicales, el P.N. Nahuel Huapi conserva un ecotono muy diverso en términos relativos a su entorno. El gradiente de humedad oeste-este domina la estructura del paisaje. Los bosques de hayas australes (Nothofagus) constituyen la matriz dominante de los paisajes del oeste, rodeando parches de biomas alto-andinos, humedales denominados localmente mallines (meadows), y lagos de origen glacial. Las estepas arbustivas y herbáceas dominan la matriz de los paisajes del este, rodeando parches de bosquecillos aislados, pequeños humedales y roquedales de origen volcánico. En el oeste, donde las precipitaciones alcanzan 4000 mm anuales, la exuberante vegetación del bosque valdiviano semeja una selva en estructura, sólo que la diversidad biológica es mucho menor que en los trópicos, dominada por unas pocas especies de árboles como el coihue (Nothofagus dombeyi), el alerce (Fitzroya cupressoides), maniú (Saxegothaea conspicua y Podocarpus nubigena, palo santo (Dasyphyllum diacanthoides)  y laureles (Laureliopsis philippiana), arrayanes (Luma apiculata), con abundancia de enredaderas, lianas, epifitas y briofitas entrelazadas en el espacio aéreo y un tupido sotobosque de bambú patagónico (Chusquea coleou), arbustos de mediano porte  (Berberis darwini, Fuchsia magellanica) y helechos. Entre los mamíferos hay una predominancia en especies de pequeños mamíferos roedores y marsupiales, algunos endémicos, y versiones enanas de cérvidos como el pudú (Pudu puda), que en otros continentes alcanzan grandes tallas, junto al huemul (Hippocamelus bisulcus), al huillín (Lontra provocax) entre otras especies. Entre las aves, se destacan el Huala (Podiceps major), Bandurrias (Theristicus caudatus), el Chucao (Scelorchilus rubecula), cóndores (Vulthur gryphus) y un ave marina, el cormorán imperial (Phalacrocorax atriceps). Hay especies endémicas de anfibios. En las estepas del Este, habitan guanacos y ñandúes, zorros y una docena de especies de pequeños mamíferos. Son abundantes las aves rapaces, fáciles de ver en las inmediaciones de los caminos. Hay endemismos de flora.