INVESTIGADORES
MONJEAU Jorge Adrian
capítulos de libros
Título:
Biodiversidad, amenazas a la conservación y prioridades de inversión en áreas el parque nacional Lanín
Autor/es:
MONJEAU, ADRIAN; NAZAR ANCHORENA, SOFIA; FERNANDEZ MONTONI, MARIA VICTORIA; MARQUEZ, JORGE; ALCALDE, DANIEL; DI IORIO, ANA; GALVAN, HERNAN; DENHOLM, CRISTIAN; DI VINCENZO, ANDRÉS; GONZALES, FABIAN
Libro:
Estado de conservación, amenazas y prioridades de inversión en áreas protegidas andinopatagónicas
Editorial:
Ediciones de la Universidad Atlántida Argentina
Referencias:
Lugar: Mar del Plata; Año: 2006; p. 17 - 46
Resumen:
Fue creado en el año 1937 con el objeto de resguardar un sector representativo de los bosques andino-patagónicos, con especies como el pehuén (Araucaria araucana), el raulí (Nothofagus nervosa) y el roble pellín (Nothofagus obliqua), que en la Argentina sólo se encuentran en un área reducida de la cordillera neuquina. Las altitudes mínimas y máximas medias oscilan entre los 900 y 1.900 m siendo el volcán Lanín la mayor altura, con 3.776 m,inactivo en la actualidad y del cual toma su nombre. Alberga 24 lagos de origen glaciario. Como es propio de toda la región andino-patagónica, la glaciación, que se inició a principios del cuaternario, ha tallado numerosos valles transversales, muchas veces transformados en lagos. El parque contiene una variedad de comunidades boscosas únicas en el país por su composición específica. La flora corresponde a la formación fitogeográfica de los bosques subantárticos. El centro administrativo se encuentra en la ciudad de San Martín de los Andes. Biodiversidad y representatividad: Los factores geográficos de altitud, longitud, latitud, así como la exposición, la pendiente y los cambios de humedad y temperatura condicionan la distribución de las diferentes comunidades vegetales en la matriz paisajística. En las mayores alturas, las principales limitantes para el desarrollo vegetal están dadas por las bajas temperaturas medias y extremas, el bajo grado de desarrollo de los suelos, la acumulación de nieve y la ocurrencia frecuente de deslizamientos producto de la baja cohesión del suelo, el aumento de carga de humedad y las fuertes pendientes dominantes. Las plantas adaptadas a estos ambientes ocupan nichos específicos relacionados con sus estrategias de supervivencia donde posiblemente las relaciones de competencia sean menores que en sitios más benignos. Los mallines y pastizales de altura, los arbustales de lenga (Nothofagus pumilio) o ñire (Nothofagus antarctica) achaparrado y otros tipos de vegetación altoandina conforman las comunidades más comunes. En las laderas altas subyacentes, la lenga arbórea es dominante en el paisaje, acompañada por especies de alta fidelidad canelillo (Berberis pearcei). En el norte del Parque, el pehuén (Araucaria araucana) es otro elemento conspicuo del bosque de altura, muchas veces consociado con lenga (o con ñire en sitios de acumulación de frío). En la media y baja ladera la diversidad específica aumenta fuertemente, al combinarse factores favorables para el crecimiento como suelos más desarrollados y condiciones apropiadas de humedad y temperatura en el período vegetativo. Aquí es común la asociación de varias especies caducifolias y siempreverdes, particularmente del tipo roble-raulí-coihue. En el área centro del Parque, la presencia de Nothofagus caducifolios es más importante, posiblemente por la mayor sequía edáfica estacional, que limita la expansión de los árboles perennes mesófilos a sitios de exposición sur o cañadones con buenas condiciones de humedad. En las laderas de exposición norte con fuerte déficit hídrico estival, el ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis) ocupa grandes extensiones. En sitios bajos y planos, con mayor temperatura y humedad en verano, pero también con bolsones de acumulación de frío en invierno y primavera, determinan la existencia de un mosaico de pastizales, bosques riparios, ñirantales y bosques altos, con presencia de árboles y arbustos esclerófilos, particularmente al este del Parque. Amenazas y estatus del área protegida: Las mayores amenazas para la biodiversidad del Parque, actuales o potenciales, son el uso ganadero, el forestal, la introducción de especies exóticas, los incendios, las actividades turístico-recreativas, la urbanización, y el desarrollo de infraestructura social. Muchas de estas actividades se desarrollan también con igual o mayor intensidad en las adyacencias, ejerciendo desde afuera una fuerte presión sobre el Parque. El desarrollo humano regional, incluyendo la urbanización a escala, el crecimiento industrial y también la contribución al cambio climático de economías extra-regionales, conforman un contexto de cambio difícil de evaluar y fuera del alcance de este estudio, pero seguramente con una mayor influencia a mediano plazo que los impactos actuales in situ. En el nivel global/regional, las perturbaciones que afectan al sistema son los procesos de cambio climático, los movimientos orogénicos, los incendios de gran escala, y las oscilaciones climáticas periódicas. Las invasiones y regresiones por supresión de especies nativas como resultado de cambios climáticos son esperables en estos límites tan abruptos, en tanto que en áreas mésicas, las relaciones de facilitación/ competencia intra e inter-específicas podrían modificarse fuertemente, afectando la estructura y composición de las comunidades. Los cambios que ocurren en el nivel local, si son generalizados espacialmente pueden reflejarse en niveles superiores. Un caso típico en ese sentido lo constituyen los cambios en la fisonomía del Parque de la mayoría de los valles bajos hacia el este de cada subcuenca, producto de impactos de ganadería e incendios.