Degradación y efecto del fungicida iprodione sobre la microflora de suelos tratados con vermicompost.

VERDENELLI R.A.; BARBERO, M.F.; DOMINCHIN, M.F.; MERILES J.M.

Congreso; XXVIII Congreso Argentino de Ciencia del Suelo; 2022

La microflora del suelo participa en la descomposición de la materia orgánica, liberando nutrientes químicos y promoviendo el crecimiento de plantas. Sin embargo, muchas actividades antropogénicas, tales como la agricultura, la polución ambiental, y el uso de biocidas pueden afectar el equilibrio ecológico de algunas poblaciones de microorganismos del suelo. El presente estudio incluyó dos tipos de suelo: manejo agrícola (más de 10 años con cultivo de soja), y suelos de pastizal (prístino, sin historial de actividad agrícola), ambos ubicados en la provincia de Córdoba, Argentina. Los suelos colectados fueron tratados con formulaciones comerciales de iprodione (Rovral 50 WP) a una concentración de 0, 1 y 10 veces la concentración recomendada a campo (0DR, 1DR y 10DR), con y sin el agregado de vermicompost (LCC). El objetivo fue estudiar el impacto de la aplicación de distintas concentraciones del fungicida iprodione sobre la microflora de suelos con diferente manejo y analizar la influencia del vermicompost en la tasa de disipación del iprodione y su impacto sobre la estructura de las comunidades microbianas. La tasa de disipación del fungicida analizada mediante HPLC, la actividad microbiana total estimada por diacetato de fluoresceína (FDA) y la estructura de las comunidades microbianas del suelo estimada por perfiles de ácidos grasos (PLFA) fueron estudiadas a los 1, 7, 30, 60 y 90 días posteriores a la aplicación del fungicida. Después de 90 días de incubación, la cantidad de iprodione remanente varió entre 18.5-36.5% en suelo no esterilizado y entre 32.5-78.5% en suelo esterilizado, poniendo de manifiesto el rol de los microbios en la degradación del fungicida. La actividad de FDA estuvo fuertemente influenciada por el tipo de suelo. En el día 30, el suelo agrícola tuvo una significativa disminución de la actividad microbiana en todos los tratamientos con vermicompost, independiente de la concentración de iprodione aplicada. Sin embargo, en el suelo de pastizal de ese mismo día se observó una disminución de FDA con el aumento de la concentración de iprodione aplicado. Estos resultados podrían relacionarse con la abundancia de microorganismos presentes en el suelo. Tanto en suelo agrícola como de pastizal los FAMEs mayoritarios de los tratamientos control fueron ácidos grasos saturados (16:0, 18:0), ácidos grasos ramificados (a17:0, i17:0) y ácidos grasos monoinsaturados (18:1w9). En el día 30 se observó una influencia negativa en la estructura de los tratamientos con altas dosis de iprodione, con y sin el agregado de vermicompost en relación al resto de los tratamientos; principalmente en 18:1w9 asociados con hongos indicando disminución de las poblaciones fúngicas por la aplicación del fungicida. Nuestros resultados indican una fuerte influencia del iprodione sobre FDA aumentando la actividad en el suelo agrícola relacionado a procesos de detoxificación celular y disminuyendo en suelos de pastizal por la mortandad celular de suelos con alta abundancia microbiana. La disipación del iprodione sería en su mayoría realizada mediante procesos biológicos, aunque se observó una tasa menor debida a factores abióticos. Iprodione en concentraciones altas como el vermicompost alteraron la estructura PLFA.