INVESTIGADORES
MARTINEZ MAZZOLA Ricardo Hernan
congresos y reuniones científicas
Título:
"Contra la FORA, no; contra el grupito, sí. El Partido Socialista y el movimiento obrero a comienzos de la década del 20’."
Autor/es:
RICARDO HERNÁN MARTÍNEZ MAZZOLA
Lugar:
Ciudad de Buenos Aires
Reunión:
Jornada; Séptimas Jornadas de Sociología de la Universidad de Buenos Aires,; 2007
Institución organizadora:
Carrera de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, UBA.
Resumen:
Desde su fundación el Partido Socialista se vio cruzado por fuertes polémicas vinculadas con su relación con el movimiento obrero. Luego de la expulsión de la corriente sindicalista en 1906 el Partido adoptó explícitamente la mirada “neutralista” que Justo había esbozado sobre el tema. Esta posición sería reafirmada cuando el XIV Congreso Ordinario reunido en Avellaneda en 1918 –meses después de la expulsión del sector “internacionalista” con el que se identificaban los principales referentes de un Comité de Propaganda Gremial que había abogado por una vinculación más estrecha con el movimiento obrero- declarara la necesidad de mantener la independencia entre partido y organizaciones gremiales. Sin embargo esto no cerraba del todo el problema ya que la adhesión a posiciones neutralistas no implicaba la aceptación de la “prédica antisocialista” que la dirección partidaria denunciaba en los líderes sindicalistas que controlaban la FORA del 9º Congreso, organización de la cual los socialistas formaban parte. Los socialistas también cuestionaban la excesiva cercanía de dichos líderes mantenían respecto del gobierno de Yrigoyen, cuya política obrera, a la vez mistificadora y represiva, el PS no dejaba de denunciar. El conflicto se haría agudo con la intensificación de la dimensión represiva –en Buenos Aires frente a la huelga de “chauffeurs”, en Gualeguaychú, en la Patagonia- a mediados de 1921. Los socialistas centrarían su crítica en Irigoyen y acusarían a los sindicalistas de plantear una idea de Estado neutral y culpar solamente a la Liga Patriótica de modo de disculpar a un gobierno con el que mantenían buenas relaciones. La respuesta de los sindicalistas se continuaría en un duro enfrentamiento en el que los socialistas llamarían a librarse del “grupito” que controlaba la Federación –dentro del cual identificaban a Julio Arraga y Sebastián Marotta, pero también a José Ingenieros- como antes lo había hecho el Partido Socialista.  Luego de cierta distensión a fines de 1921 el conflicto sería reavivado a comienzos de 1922 por la transformación de la FORA en USA, y la adopción por parte de los sindicalistas de unos estatutos cuyo sectarismo antipolítico el PS no dejaría de denunciar. Sin embargo aún entonces los socialistas no abandonarán la Federación sino que insistirán en la necesidad de avanzar hacia la unidad gremial, encontrando para ello aliciente en los impulsos a la unificación que surgían tanto del escenario internacional –en el que a partir de la NEP comenzaban a oírse voces que soñaban con la reunificación de las Interanacionales- como en el escenario político local –a partir del regreso a las filas de socialistas de algunos de los que las habían abandonado con la escisión “tercerista”.