El movimiento orgánico de la estructura de la sociedad argentina 1975 – 2007

NICOLÁS IÑIGO CARRERA

Bogotá (Colombia)

Taller; Clacso 40 Años La actualidad del pensamiento crítico en América Latina; 2007

Consejo Latinosamericano de Ciencias Sociales

Partiendo de un cambio en la dirección principal del desarrollo capitalista argentino, medido por el peso relativo y absoluto de la población agrícola en el total de población, apunta a realizar una descripción y análisis del movimiento relativamente permanente que ha modificado la fisonomía de la sociedad argentina de nuestros días, aunque no, obviamente, su naturaleza capitalista ni su condición de país dependiente. En la medida en que se ocupa del movimiento orgánico de la estructura económica de la sociedad argentina, otros campos de relaciones (políticas, formas de la conciencia), sólo son abordados cuando resulta imprescindible para la compresión de aquel movimiento, sin que esto no signifique restarles importancia. Se parte de la confrontación entre tres fuerzas sociales desarrollada en la década del ’70, que tendían a dirimirse entre dos grandes bandos: el que defendía los rasgos fundamentales de la forma de organización social vigente (donde confluían tanto las personificaciones del capital indus­trial como del capital financiero) y el que pretendía una trans­formación radical de la forma de organi­zación social.  El triunfo de la fuerza acaudillada por la oligarquía financiera significó la imposición de lo que más tarde fue llamado el “modelo neoliberal” y sentó las “bases para una Argentina moderna”. Si se compara la situación a comienzos del siglo XXI con la situación existente un tercio de siglo atrás, los resultados del desarrollo del capitalismo pueden sintetizarse, para la clase obrera y el conjunto de la masa trabajadora, en máxima jornada de trabajo con mínimo salario y pérdida de condiciones de trabajo y de vida históricamente conquistadas. A lo largo de los últimos treinta años se ha desarrollado un proceso de proletarización y pauperización de la mayoría de la población, repelida de los espacios sociales que ocupaba, que se corresponde con un incremento de la riqueza de que se apropia la personificación del capital más concentrado (tenga asiento en el país o en el extranjero) y una parte de la pequeña burguesía acomodada. Pero, a la vez, la expansión del capitalismo argentino en esta fase es también su descomposición (no caída ni desaparición), claramente manifiesta en el crecimiento de una población sobrante para las necesidades del capital. La ponencia concluye avanzando en la caracterización de esta la estructura social, que  no debería buscarse en el ámbito de las políticas de gobierno y de las  ideologías (a donde corresponde el término “neoliberal”), sino en el mismo ámbito de las relaciones allí establecidas en el campo económico social.