INVESTIGADORES
GUSILS LEON Carlos Horacio
congresos y reuniones científicas
Título:
TRASTORNOS DE CONDUCTAS ALIMENTARIAS Y FACTORES ASOCIADOS EN ESTUDIANTES DE NIVEL SECUNDARIO DEL MICROCENTRO SAN MIGUEL DE TUCUMÁN, PERIODO JULIO-AGOSTO 2017
Autor/es:
BARRIOS LIA; JUANE FERNANDEZ MARISOL; GUSILS CARLOS
Lugar:
Tucumán
Reunión:
Encuentro; XXIX Jornadas Científicas de Estudiantes de Medicina de Tucumán; 2017
Institución organizadora:
Sociedad Científica de Estudiantes de Medicina de Tucumán
Resumen:
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades en las cuales el paciente manifiesta una alteración de su comportamiento nutricional como consecuencia de su intento por controlar su cuerpo y su peso. 1 En el contexto de estos trastornos, tales como: bulimia, anorexia nerviosa, megarexia, vigorexia, trastorno por atracón, entre otros; un acompañante fundamental es la distorsión corporal, el cual surge como la diferencia entre la imagen percibida del cuerpo y la imagen real.2. Siguiendo esa línea, se puede definir a la percepción corporal (PC) como la imagen formada del propio cuerpo por la mente, una apreciación física y vivencial que cada individuo posee de cualquier parámetro de la apariencia física propia. En esencia, ésta evaluación que el sujeto hace de su cuerpo, se encuentra formada por tres componentes: perceptual, cognitivo-afectivo, y conductual; cuyas alteraciones constituyen la distorsión, la insatisfacción y la exhibición o inhibición corporal respectivamente.3Cuando existe una alteración de la percepción corporal o un exceso de preocupación por la imagen del mismo, aumenta el riesgo de padecer un TCA.4 Por ello, aún cuando son numerosos los factores que determinan el riesgo de padecer estas alteraciones, una adecuada percepción de la imagen corporal debería ser un objetivo fundamental en las políticas públicas orientadas a la promoción de la salud nutricional y mental. 5A su vez, la insatisfacción corporal es consecuencia de la discrepancia existente entre el cuerpo percibido y el cuerpo ideal, siendo éste último el imperativo a alcanzar. Tanto la insatisfacción corporal como el fuerte deseo de adelgazar son conductas informadas con bastante frecuencia entre los jóvenes, dentro de una sociedad que, como la nuestra, glorifica la belleza. El malestar que el propio cuerpo genera en un sujeto, junto a otros factores como mala adaptación al estrés, el contexto social, entre otros; favorecen la puesta en práctica de dietas o conductas poco saludables para alcanzar el modelo corporal culturalmente establecido como ideal. 6, 7 Por otro lado, las asociaciones encontradas entre la insatisfacción y composición corporal de un estudio español, si bien moderadas, reflejan cómo la satisfacción por las características del cuerpo depende del estatus corporal. 8 Partiendo de esa asociación se tiene que la adolescencia es cuando el organismo experimenta los mayores cambios, tanto físicos como mentales, siendo éste último manifestado por el mayor interés en adquirir una buena apariencia física.9 Se observa, también según un estudio español, una característica propensión en la adolescencia tardía a padecer trastornos alimentarios; derivada de ansiedades sobre la imagen corporal alentadas por los estereotipos culturales y mediáticos de belleza. En cuanto al sexo, las jóvenes adolescentes suelen correr un mayor riesgo que los varones de sufrir consecuencias negativas para la salud mental, incluso depresión.