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La teoría de las relaciones internacionales tiene una característica particular que sin embargo comparte con otras ciencias sociales- y es su fuerte dependencia de los cambios de coyuntura histórica, ya que sus principales desarrollos están estrechamente relacionados con las coyunturas políticas mundiales.Así como en los centros de poder los nuevos paradigmas teóricos de los noventa, el neorrealismo y las Teorías de la Interdependencia enfatizaron la situación hegemónica de las grandes potencias y conllevaron a considerar a los Estados medianos y pequeños como entes pasivos de la dinámica internacional y esta perspectiva condujo al statu quo de la praxis y la teoría, negando alternativas al cambio, en la Argentina, las tesis del denominado realismo periférico representaban la apropiación del discurso neoliberal, en las condiciones locales.La crisis de 2001 puso en evidencia de modo contundente el fracaso de las políticas de liberalización, desregulación, apertura y endeudamiento, y su correlato en la inserción internacional, de un modo contundente. Los cambios operados en el escenario regional a partir del siglo XXI abrieron la puerta a una nueva reflexión sobre la inserción de la Argentina y del sur del continente americano en el mundo. Ello revitalizó la discusión sobre el concepto y práctica de la autonomía, que habían sido relegados durante aproximadamente 15 años. El objetivo de este trabajo es repasar brevemente cómo se vinculó nuestra historia con la formulación de la teoría en el ámbito de las relaciones internacionales, y rescatar la reflexión sobre el concepto y la práctica de la autonomía para pensar las posibilidades de inserción de la Argentina, así como de sus vecinos latinoamericanos.