NODO IIHES   21823
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE HISTORIA ECONOMICA Y SOCIAL
Unidad Ejecutora en Red - UER
congresos y reuniones científicas
Título:
La Revolución Libertadora y la Guerra Civil Española como mito de origen. Identificaciones, contradicciones, derivas y paradojas de dos dictaduras de liberación
Autor/es:
BEATRIZ FIGALLO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Workshop; La "Revolución Libertadora" en el marco de la Guerra Fría; 2017
Institución organizadora:
GEHiGue, Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani
Resumen:
?La Argentina de 1955 recordaba a la España de 1936?. Temido y esperado desde los sangrientos acontecimientos del 16 de junio, el movimiento que condujo al derrocamiento de Perón fue reflejado en la prensa española en forma semejante a cómo en España se había vivido el proceso que desembocó en el 18 de julio, adjudicándole a la sociedad argentina una división similar a la de los españoles. La amenaza de una posible guerra civil había encontrado ecos reconocibles en los incendios de los templos católicos en Buenos Aires y en los anuncios de formación de milicias obreras, parangonando al gobierno peronista con la República del Frente Popular. La otrora gran aliada de la España de Franco en sus días de ostracismo internacional se había transformado en un régimen distante con sus cambios en la política exterior económica generando desinteligencias que hacían al orden de los convenios bilaterales, que sumó las controversias por la política religiosa del peronismo, con medidas interpretadas en el contexto internacional y nacional como anti-católicas. Los intentos de identificaciones automáticas y simplificadoras eran desconcertantes: la República que pretendía restaurar la Revolución Libertadora era la antítesis de la que se llamó igual en España pues era la de los nacionales, la del general católico Eduardo Lonardi, que para más perplejidad sería reemplazada a poco por otro grupo de golpistas que declamaba su rechazo a las dictaduras de izquierda y derecha -mencionando explícitamente el franquismo- y blandía como objetos de exportación contra cualquier totalitarismo, principios liberales y democráticos. Más allá de aquel volátil designio de justificar la conformación del orden autoritario bajo similares imágenes fundacionales, la comparación de ambas realidades resulta un ejercicio difícil de encarar, pues ambos extremos muestran en la encrucijada similitudes y divergencias, aunque las interpretaciones de la época también contribuyen a explicar derroteros y vacilaciones acá y allá. Símbolo de lo que había sido el ?alzamiento? libertador, Samuel Toranzo Calderón se inserta como su representante ante el régimen que había emergido de la guerra civil más importante del mundo iberoamericano del siglo XX. Aunque su estancia española lo enfrentó con los problemas que la Argentina estaba abocada a resolver -el accionar y las conexiones internacionales de la diáspora peronista, las relaciones con el mundo occidental-, la regularización de los vínculos económicos del país recuperaron centralidad, con lo cultural y lo religioso como vehículos de la relación y el anticomunismo como preocupación común.