NODO IIHES   21823
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE HISTORIA ECONOMICA Y SOCIAL
Unidad Ejecutora en Red - UER
congresos y reuniones científicas
Título:
Poder político y consenso en la sociología del joven Durkheim
Autor/es:
INDA, GRACIELA (CONICET-UNCUYO)
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Jornada; Jornadas Émile Durkheim. Actualidad de su obra, 100 años después; 2017
Institución organizadora:
Instituto de Investigaciones Gino Germani. UBA.
Resumen:
El tratamiento que recibe la cuestión del rol de las instituciones políticas en la construcción del consenso social en las intervenciones teóricas que realiza Durkheim entre 1883 y 1889 es el objeto de análisis de esta ponencia. Si atendemos la problemática elaborada en estos primeros años, a los órganos del Estado les cabe reforzar una cohesión social que proviene de otra parte, del ejercicio automático de una disciplina social, formada por normas morales, religiosas y jurídicas, que se encuentra inscripta en la naturaleza misma de la vida social. Las reglas jurídicas, el derecho, lo mismo que la moral, son anteriores a los cuerpos políticos (judiciales, administrativos, etc.), los cuales se limitan a captarlas, ordenarlas y aplicarlas. Por su parte, la puesta en marcha del aparato represivo, tampoco alcanza ? insiste Durkheim- para garantizar una unidad social duradera, ya que ninguna vida social puede surgir de individuos unidos a la fuerza por una máquina externa. Pero además de insuficiente, la acción del Estado se puede tornar peligrosa para las libertades individuales. Según el joven profesor, la actividad individual está hecha de resortes muy delicados que la máquina demasiado pesada del Estado amenaza con oprimir. La acción de las asociaciones cooperativas y profesionales -que ya aparece en estos años pioneros como solución al problema de la erosión del lazo social- sólo puede mostrar su fuerza regeneradora de la moral si se desarrollan al margen de la esfera estatal. No es de extrañar, entonces, que el objeto de investigación durkheimiano se desplace desde la cuestión de la naturaleza del Estado y su función integradora, obsesión de sus primeros escritos (1883-1885) a la de los fundamentos de la coacción u obligación social. El centro de la escena pasa a ser ocupado por el problema del consenso social entendido como la autogeneración de la solidaridad social, compuesta básicamente de ideas, normas y sentimientos comunes a la sociedad en su conjunto, que se transmiten de generación en generación. En este esquema, la perspectiva del Estado como máquina de opresión al servicio de una clase, propia de la teoría marxista, los paradigmas que otorgan al Estado, de una manera u otra, un poder independiente y superior, y las teorías que fundamentan el Estado en algún tipo de contrato entre individuos libres y autónomos, quedan descartadas en favor de una concepción del Estado como expresión derivada, precisamente, de esa solidaridad autogenerada.